24.10.13

Reflexiones entre agobios y "estreses" varios sobre huelgas

Hoy miércoles (ya, ya sé que pasadas las 12 ...paso de tonterías), en el ecuador de estas jornadas de huelgas estudiantiles, preludio de la próxima huelga de profesores del día de mañana, con una mesa repleta de hojas de apuntes y tablas demográficas, me pregunto más escéptico que ilusionado, si realmente tiene alguna lógica el concepto de "huelga" (por supuesto, en la actualidad).

No tengo intención alguna de explicar, y no lo haré, la trayectoria que ha seguido la sociedad en torno al concepto de la huelga, pues hay tanto que decir, tanto sobre lo que reflexionar, y tanto que no he leído aún, que no me considero capaz siquiera de aproximarme al tema adecuadamente. Por ello, simplificaré la redacción al tema en cuestión: ¿sirven de algo las huelgas en la actualidad?


Desde un punto de vista concreto o sesgado, podríamos decir a primera vista que no, que por más que un grupo se ponga en huelga no consiguen nada, pero si consideramos que una huelga en transportes, o de servicios de limpieza, seguridad, atención sanitaria, etc, repercute directamente en la percepción que la sociedad tiene del gobierno que la dirige, vemos sin lugar a dudas una potencial capacidad de dañar al gobierno de turno que no debe ser menospreciada.



Así pues, concretemos un poco más, y en la parte que nos toca (plural mayestático) preguntémonos: ¿tiene alguna lógica que los alumnos hagan huelga?


La solidaridad con mis semejantes, algunos de ellos altamente sugestionables por ideologías de carácter socialista más teóricas que prácticas, me obliga a asentir firmemente con la boca cerrada. Pero como mi interés en una amistad con "colegas de (futura) profesión" no impera sobre mi interés por plantear otras opciones a las ya dadas, por lo que me veo obligado a publicar la pregunta anteriormente planteada en tanto que no veo una evidencia tan clara como mis "hermanos" más...ejem, "comprometidos".

Siendo la universidad como es un servicio de formación educativa no obligatorio, subvencionado en mayor o menor medida (cada vez menor) por el estado, donde el alumno es el consumidor del producto ofertado por dicha organización (un titulito que te sirve para argumentar a un desconocido que eres una persona bien formada en la materia), y que a su vez actúa como productor de esfuerzo para granjearse la máxima nota posible en cada asignatura: ¡Que alguien me explique dónde encajo yo la dichosa huelga en esta ecuación de doble implicación de intereses con tendencia a la irracionalidad!

Vale, entiendo que si algo no te gusta del servicio que te ofertan le hagas boicot, es el derecho del consumidor. PERO, el boicot no se hace así, o al menos no si hay fines prácticos.

Yo no lo entiendo: el servicio técnico monopolizado de mi país (ejemplo ficticio) no me gusta nada porque tiene una cobertura de mierda, así que me doy de baja, dejo de consumir el teléfono, y conmigo consigo movilizar a otras tantas mil personas. Guachipiruli, la empresa empieza a verse acosada por una pérdida masiva de clientes que amenazan con retirar su apoyo de manera definitiva si no mejorar la tecnología y aumentan las zonas con cobertura. La empresa, a fin de no hundirse, cede (del todo o en parte) ante las exigencias y se consigue una mejora.

Ejemplo idílico, me consta (por eso es ejemplo). Ahora que alguien, por favor si es tan amable, me cuadre el mismo ejemplo con: [...]cobertura de mierda, así que después de haber pagado, no uso el teléfono (!).

No lo entiendo, de verdad que este concepto de huelga no lo comprendo.



Discúlpenme aquellas personas que esperaban leer alguna clase de artículo que aportase algo a su curiosidad sociológica, pero si alguien que nunca se haya planteado esta ridícula locura enmascaradora de vagos y perezosos que buscan una buena excusa para faltar a clase, y tras este artículo tan mal planteado (realmente estoy a disgusto con la redacción, pero por ahora no puedo hacerlo mejor) PIENSAN, aunque sea medio minuto sobre lo que están haciendo con su vida, a mi juicio merece la pena. Al menos por ahora es lo que pienso.



PD: Tampoco entiendo que una huelga o una manifestación se hagan con acuerdo/licencia con el ayuntamiento; es como si un niño le pidiese a su madre montar una rabieta en el supermercado... incongruencias irracionales.

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