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12.12.13

Manipulando la opinión pública

Hoy en Madrid (España), gracias a un compañero Bloggero y sociólogo (Lecturas de Nurgon), he sabido de una noticia, cuanto menos...impresionante.


A modo de complemento a una noticia ya de por sí interesante, adjunto un enlace al documento de Pierre Bourdieu "La opinión pública no existe", ampliamente recomendado para todo aquel que no tenga conocimiento de la tesis de este hombre, y de paso, para publicitar a uno de los más grandes (si no el que más) sociólogos contemporáneos.

Yo simplemente comento: las bases de datos en torno a las cuáles elaboréis teorías u observaciones, por favor, POR FAVOR, que no procedan de un periódico o de una fuente contaminada por una línea editorial concreta. En la vida hay que tener criterio para juzgar dado que los demás no tendrán reparo en mentir.

Un saludo, y reivindicar las ciencias sociales como disciplina de investigación social.


PD: Periodistas, dejad las encuestas a los profesionales.

19.5.13

Interaccionismo Simbólico

Antes que nada, el presente artículo solo es un resumen de uso personal referente al Interaccionismo simbólico, temario de la asignatura Teoría Sociológica Contemporánea.
Debe entenderse por tanto que no pretendo con ello ilustrar al lector sobre toda la teoría referente a esta corriente sociológica, así como sobre los autores aquí mencionados. Es, como mucho, una primera aproximación para aquellas personas que, no versadas en el tema, tengan así algo a partir de lo cual comenzar su instrucción.
Por otro lado, la práctica totalidad del artículo está basada en información obtenida de una serie de textos de una obra mayor cuyo título desconozco,  y que fueron facilitados por mi profesor. No existe, por tanto, mayor mérito en este texto que el propio de un resumen cualquiera.
Dicho esto, paso a compartir dicho resumen.

Interaccionismo simbólico

El Interaccionismo simbólico es una corriente teórica fundamental de la sociología clásica norteamericana, originaria de la Universidad de Chicago en el periodo entre 1910 y 1930.
El nombre de Interaccionismo Simbólico fue dado por Herbert Blumer (discípulo de G.H.Mead) en 1937, englobando con ello las ideas y los métodos de la tradición de Chicago:
-          Los seres humanos vivimos y nos comunicamos en un medio simbólico, que está hecho y que hacemos con significados y valores. Los símbolos, por tanto, pueden estimular nuestra conducta, siendo la comunicación simbólica lo que constituye el mundo social y el desarrollo personal de los hombres;
-          El mundo social y el mundo personal tienen como característica común la interacción o comunicación simbólica de unos con otros: no se puede concebir un individuo aislado, ni una sociedad al margen de las interacciones de los individuos;
-          La vida social es siempre un proceso de las acciones de los participantes, que son adaptaciones a situaciones siempre cambiantes y cuyas consecuencias no son controladas;
-          La teoría no busca altos niveles de generalización (microsociología, similar a Simmel).
Otras características comunes en sus integrantes son:
-          Enseñaron en la universidad de Chicago;
-          Compartieron la filosofía del pragmatismo como base de sus teorías;
-          Desarrollaron la vertiente social del pragmatismo;

Por otro lado, el Interaccionismo simbólico, a diferencia del funcionalismo, no refirió a la sociedad la conciencia colectiva y el ámbito normativo (bases comunicativas), sino a los actores colectivos.
Por último, Manford Kuhn forjó en la universidad de Iowa otra línea de Interaccionismo simbólico que utiliza la operacionalización de conceptos como el “yo”, “acto social”, etc., y la cuantificación, difiriendo de la tradición de la Escuela de Chicago.


Charles Horton Cooley (1864 - 1929)
Su obra tiene como referentes:
-          La unidad orgánica y el movimiento de la vida (Goethe, Darwin y Spencer);
-          La filosofía de Ralph W. Emerson: trascendentalismo (idealista y antropocéntrica);
-          Las ideas pragmáticas sobre la conciencia de W. James;
Aunque también desarrolló la idea del “yo espejo”, es su concepto de los grupos primarios su aportación más importante.
Como todos sabemos ahora gracias a su contribución, los grupos primarios se caracterizan por ser relaciones orgánicas desarrolladas entre individuos, tales como el contacto directo “cara a cara” o relaciones íntimas como la amistad, la familia, el grupo de iguales…
Se opone, por tanto, a la idea de la relación con pacto o acuerdo, defendiendo la influencia recíproca y la adaptación mutua de sus concepciones y principios. Se enfrenta también al individualismo y al utilitarismo, así como al comportamiento puramente conductivista.
Por último, es metodológicamente afín a Max Weber.
“Las imágenes que unas personas tienen de otras son los hechos sólidos de la sociedad”
“La vida de la mente es esencialmente una vida de intercambio”


George Herbert Mead (1863 – 1931)
Mead es uno de los máximos exponentes del pragmatismo, y su aportación es punto de referencia para la mayor parte de formulaciones sobre la interacción: Interaccionismo simbólico, teoría de rol, dramaturgia, fenomenología…
De Darwin desarrolló que la inteligencia humana era una actividad que le permitía desarrollar acciones para solucionar problemas encontrados en el mundo.
De Hegel y los idealistas alemanes asumió la mutua implicación del sujeto y de su objeto en el proceso de conocer, así como la anterioridad lógica de la sociedad (el individuo halla su expresión en los términos de ésta).
Mead perfeccionó la teoría de la acción comunicativa como base de la sociedad y de la personalidad humana. Los animales y los hombres pueden mantener actos sociales con una conversación de gestos en que la acción-gesto de uno estimula una reacción en el otro.
La comunicación simbólica (lingüística) supone que los participantes son capaces de ver su propia acción desde la perspectiva de los otros. Esta autopercepción facilita la adaptación y la cooperación, posibilitando además el poder pensar reflexivamente.

Por último, otro elemento de vital importancia en la teoría de Mead tiene que ver con las etapas de juego de los niños.
En la primera, cuando son pequeños, juegan a adoptar actitudes particulares de otros individuos significativos (por ejemplo, padres), cambiando su papel y adaptando los estímulos en él causados por dichos individuos para hacerlos el mismo.
En la segunda etapa el niño hace actividades en grupo (como deportes), adoptando la perspectiva del otro generalizado (actitud de cualquier otro hacia él).
Interioriza así el modelo social de comunidad, posibilitando la capacidad de desarrollar actividades en grupo y pensamiento abstracto.


William Isaac Thomas (1863 – 1947)
Siendo su obra más conocida “El campesino Polaco”, Thomas plantea 2 problemas de la práctica social reflexiva: el individuo depende de la cultura y de la organización social, y viceversa.
Para enfrentarse a este problema recurre al principio metodológico fundamental: “la causa de un valor o de una actitud no es nunca una sola actitud o solo un valor, sino siempre una combinación de una actitud y de un valor”.
Por otro lado, Thomas se interesó por los problemas sociales, centrándose en su modelo del cambio, donde supera un modelo descriptivo histórico dualista y presenta un modelo procesual (fases):
-          Inicial o fase de organización: las normas sociales son efectivas;
-          Desorganización social: las normas dejan de ser efectivas;
-          Reorganización: con esfuerzo se reavivan dichas normas;
-          Reconstrucción: si no funciona, se crean nuevas conductas e instituciones;
-          Destrucción: si no se consigue hacer.
Por último, Thomas mantiene que la acción humana está determinada por condiciones objetivas, actitudes previas y la forma de percibirlas; con esta idea de “definición de la situación” (afín a Znaniecki y Merton),amplia las líneas de una teoría pragmatista de la acción.


Robert Ezra Park (1864 – 1944)
Park describe la sociología como “la ciencia de la acción colectiva”.
 Siempre influido por cuestiones raciales y temas de la desviación social y el conflicto, Park distinguió dos órdenes en las sociedades humanas: el orden biótico (población cuyos individuos simbióticamente interdependientes compiten por la dominación económica y territorial y por posiciones funcionales), y el orden cultural (propio de sociedades humanas, organiza a los hombres según referencia a valores y significados; los ejes del orden cultural son: estatus, control y subordinación a la comunidad).
Por otro lado, hay tres procesos que tejen el curso de la vida social respecto al orden social: el conflicto, la acomodación y la asimilación; destaca además la importancia de los medios de comunicación de masas en su labor de conservación de la sociedad.
Por último, Park introdujo en su teoría el concepto de hombre marginal: “vive en dos mundos, y en ambos es más o menos un forastero”


Florian Znaniecki (1982 – 1958)
Znaniecki se centra en la metodología y en la definición de la sociología como ciencia, así como en las acciones sociales como unidades básicas para el estudio de la vida social.
Por una parte, la sociología es una ciencia social especial, y no debe entenderse como una ciencia natural, aunque debe ser lógicamente rigurosa adoptando en sus estudios un carácter cualitativo con el que acceder a los elementos subjetivos de la experiencia humana.
Por otro lado, las acciones sociales son tales porque su objeto son seres humanos ante los cuales el actor reacciona como ante objetos conscientes e intentar influir en ellos.
Los componentes de dichas acciones sociales son:
-          Significados;
-          Otros seres humanos;
-          Objetos e instrumentos sociales;
-          Métodos sociales o modo en que el actor utiliza dichos instrumentos;
-          Reacción social.



Herbert Blumer (1900 – 1987)
Su investigación se interesó por los medios de comunicación de masas, las relaciones raciales, las relaciones industriales, la moda y la conducta colectiva.
Acuño el término “Interaccionismo simbólico” y sistematizó la naturaleza de dicho término mediante tres premisas:
-          El ser humano orienta sus actos hacia las cosas en función de los que éstas significan para él;
-          Tal significado se deriva o surge como consecuencia de la interacción social que cada cual mantiene con su prójimo;
-          Los significados se manipulan y modifican mediante un proceso interpretativo que desarrolla la persona.
Según Blumer, los esquemas que tratan de explicar el componente humano reduciéndolo bien a fuerzas externas o sociológicas, o bien a internas o psicológicas, ignoran el proceso creativo que realizan los seres humanos cuando interpretan y dan significado a las cosas. El funcionalismo y gran parte de la metodología sociológica y psicológica son por tanto erróneos.
En su lugar, Blumer propone dos métodos de investigación:
-          La exploración: observación y participación;
-          La inspección: identificación de cómo se dan los elementos analíticos y muestra la naturaleza empírica de las relaciones entre tales elementos.

22.4.13

Religión: Cristianos everywhere!

Esta no va a ser una de esas entradas tan populares de la red en donde las personas tratan de imponer sus opiniones sobre los demás sin cuidar las formas; Lo siento, pero no.

En su lugar, planteo un hecho interesante que mis queridos compañeros de clase ya conocen, pero que, pese a ser algo "evidente", se había escapado a mi percepción.

El hecho consiste en la siguiente frase:

"El máximo avance que ha logrado nunca una religión ha sido asociar el ser buena persona con ser un buen cristiano."

Por supuesto, habrá quién no considere este enunciado como cierto (sobre todo entre filósofos amigos que no pierden una ocasión para discutir hasta el amanecer; sinceramente agradable, añado), partiendo de concepciones filosóficas del hombre como un ente en el que le es innato el valor moral, la distinción entre el bien y mal y... sinceramente, mi opinión es que el hombre no nace, se hace (viva Sartre, el existencialismo, y la feminista de su mujer).

Con esta retahíla de despropósitos intelectuales paso a explicar el por qué de esa afirmación:

- Por una parte, tenemos la cuestión de relacionar la forma de actuar con el destino ultraterreno (cielo o infierno). Ya se explicará más adelante en artículos específicamente centrados en ello, pero como aproximación nos basta decir que las religiones son mecanismos de control social que actúan bajo la vertiente espiritual del hombre, condicionándolo como pocas otras instituciones de la sociedad.

- Por otro lado, tenemos la distinción moral de lo que está bien y lo que está mal: una distinción que a priori es nuestra, única, incondicional; nuestra propia moral.

- Evidentemente, estos valores están condicionados por la religión si eres una persona de fe; y no tan evidente, pero sí igual de cierto, aquellas personas que no crean en dicha religión, ya sea porque creen en otra o en ninguna, tienen unos valores igualmente condicionados. El por qué es sencillo, y como casi todo en la sociología: "evidente".


Toda aquella persona socializada en una cultura donde la religión prioritaria sea una iglesia cristiana (católicos, protestantes, anglicanos...) será irremediablemente cristiano, crea o no en Dios, pues las aspiraciones en torno a las cuáles ordenamos nuestros principios éticos y nuestros valores vienen definidas por dicha religión, en tanto que el bien y el mal es una creación social, y la religión la institución más incondicionalmente importante de la sociedad, así como la que más eficiente resulta  en la coacción del individuo en busca del control social.


Es cierto que en este desarrollo mezclo un análisis según el paradigma funcionalista de la religión junto con retazos de la filosofía existencialista y la concepción interaccionista de la "creación social de la realidad", y como todo lo que molesta puede ser criticado, ya sea por cualquiera de esos flancos o por las incongruencias que pueden llegar a existir entre sí, matizo el detalle de que esa clase de reflexiones atentan más contra la forma que contra el fondo, asique absténganse de comentar personas afectadas de ofensa e irascibilidad por favor.









Espero que haya resultado interesante el artículo, y si piensas que le doy muchas vueltas a las cosas en lugar de decirlas claramente, tienes razón, pero si ya de por sí el público objetivo es reducido, como para encima elitizar la forma de la conversación.




Me lo planteo, sí.

9.4.13

El fin de la clase media

Con esas palabras se anuncia el último libro ilustrativo del anteriormente mencionado Aleix Saló, y sobre ello será sobre lo que trate el artículo.

Para empezar, me parece correcto indicar la importancia fundamental que este tema tiene: la democracia está directamente sustentada por la clase media, pues sin ella la población se polarizaría entre poseedores y pobres, impidiendo cualquier posibilidad de consenso.
Si no lo crees, pregunto: ¿Cómo surgió la democracia? ¿A causa de qué?

Este artículo no explicará ese tema, pero si sientes la inminente necesidad de criticar mi opinión, infórmate antes de poner nada, por favor.

Bien, zanjado este asunto, paso a exponer en primer lugar las ideas fundamentales de la teoría sobre el fin de las clases.

En primer lugar, el propio concepto de clase social ha perdido utilidad. Si bien es cierto que desde una concepción Weberiana la clase social se mide tanto por la capacidad económica como por el poder (simplificadamente), en la realidad, con la tendencia al absurdo de cuantificarlo todo, y lo que no se sepa cómo simplemente ignorarlo, solo es la variable económica la que se tiene en cuenta.

Resultado: tratar de explicar el acceso a una educación mejor, la flexibilidad laboral, o la generación de trabajadores con mayor poder adquisitivo y pautas culturales consumistas escapan fuera de una simple escala de salarios, rentas y ahorros.

Además, todo el mundo, si preguntas, es clase media: tanto la clase media como el propio cuerpo proletariado. Esto es lo que se conoce como pérdida de identidad de grupo, y aunque parezca un detalle sin importancia, es un elemento fundamental que explica en buena medida por qué, a día de hoy, y dadas las circunstancias que vivimos, la gente siga tan tranquilamente con sus vidas.



Dicho todo esto, pasamos a tratar el tema del título propiamente.

Está apareciendo una nueva clase social, "el mileurista".
Características:
- Gran adaptabilidad a las circunstancias difíciles;
- Su ecosistema son las sociedad desarrolladas;
- Su número es muy alto (12 millones de españoles, por ilustrar con un ejemplo);
- Pueden ser tanto obreros cualificados, parados de larga duración, inmigrantes, cuarentones explusados del mercado laboral, prejubilados...
- Es una aspiración para todo universitario que preste verdaderamente un universitario (esto es libertad de opinión; valórese en consecuencia).

El mileurista ha modificado su medio, dando lugar a una clase tecnócrata (reducida, rica y creciente), y un "magma social" (enorme, consumidora del low cost y creciente, pues está absorbiendo tanto a la antigua clase media como a la clase baja por igual).

El resultado es la aparición de una clase de la masa: sin cohesión, sin identidad, sin clasificación, contenedora tanto de la clase media como de la baja.

Por cierto, esta situación de desaparición de la clase media no es algo de nuestro país exclusivamente, sino que está ocurriendo por todo el mundo. Luego trata de crear una ideología que cohesione todo ese malestar. Potencialmente imposible.

Y ya para finalizar el artículo: ¿qué repercusiones tiene?

Así, a primera vista: la extensión de la clase media es la que hace que los países dejen de ser pobres, distinguiendo a los Estados desarrollados del resto.

El porqué es sencillo: la clase media es la que financia el estado de bienestar. La clase de la masa ya no permite dicha sustentación, que afecta notablemente a la anterior clase trabajadora, causando inestabilidad social. 
A parte, como un perro apaleado que tiembla cuando ve un palo, la sociedad se vuelve mucho más proclive a dejarse llevar por alarmas políticas reaccionarias, aceptando intercambiar democracia por bienestar social. 



Dejo aquí el artículo.
Espero haya aportado algo de información adicional a los conocimientos que ya tenías sobre la sociedad.

Añado en la posdata un artículo del periódico El Mundo (4 de abril, Daniel Postico), titulado "Siete clases para el nuevo capitalismo" (click aquí para leer el artículo).
Ando a la espera de encontrar el trabajo original para hablar de ello. Si alguien encuentra noticias relacionadas, por favor compartidlas.

Muchas gracias por vuestra atención.

4.4.13

Tipos de encuesta

Este contenido está principalmente enfocado de cara a los sociólogos, pero bueno, puede resultar curioso.

- Ómnibus: son periódicas, similares entre si en cuestionario, muestra y cuerpo del cuestionario (definido en función de las preguntas del cliente que pide la encuesta);

- Monográficas: se trata un tema específico con fin predictivo; una gran muestra y un cuestionario muy extenso;

- Barómetros: la principal característica es que es longitudinal en el tiempo: se repite periódicamente a fin de comprender un cambio (mensual o anual), además de medir actitudes. Por otro lado, decir que tiene una muestra relativamente pequeña;

- Panel: parecidos a los barómetros, pero además de periodicidad, se administra a una misma muestra, y se observan las mismas variables. Se estudia con ello la evolución a lo largo del tiempo de una valoración concreta observada;

-Tracking: ésta es una encuesta continua que dura un breve período de tiempo. Además, es un solo cuestionario, pero aplicado a dos muestras distintas. Para abaratar precios, casi siempre es por teléfono.

- Delphi: es un tipo de encuesta autoadministrada a expertos de una determinada materia, a fin de poder aprender sobre entornos posibles. El sistema consiste en aplicar el mismo cuestionario entre dos y cinco veces, a fin de utilizar los conocimientos del experto para obtener predicciones, aumentando la cantidad de información útil con cada repetición del cuestionario.



Sé que no es santo de la devoción de muchos leer esta clase de artículos, pero hay un sector del público de este blog que puede encontrar útil la información aquí transmitida, y teniendo en cuenta la especificidad del tema del blog, no es admisible obviar dicha situación.

Prometo cosas más entretenidas en el futuro aptas para todos los públicos.

28.3.13

Interacción

Como estamos en estas fechas tan señaladas en las que casi nadie presta atención a sus rutinas diarias, alterados por la "semana santa" y sus diez días (para algunos) de no hacer nada que no sea ocio, ocio y más ocio, limitaré lo máximo posible la producción de entradas en este blog hasta el fin de las fiestas.

Además, a fin de hacer más atractivo el dedicar unos minutos del día a la formación sociológica básica las entradas serán breves, y tratarán sobre algunos de los temas que más me gustan de la sociología.

El de hoy: tipos de personas en función del objetivo cultural y del mecanismo social utilizado para conseguirlo.

A primera vista, puede parecer un "coñazo", como decimos los estudiantes tan alegremente sin considerar las repercusiones sociolingüísticas y del género que esa palabra sugiere, pero la verdad es que es uno de los elementos más divertidos de la sociología: es puro cliché.

Así pues, y sin más dilación, os presento las cinco posibilidades en las que se engloban (o se pretende englobar) al total de la población:

- Conformista: aquel o aquella (este detalle del género lo pondré una única vez) que busca el objetivo cultural y busca lograrlo recurriendo a los mecanismos institucionalizados por la sociedad. Traducido a un lenguaje menos abstracto, se podría ejemplificar como: el típico hombre que aspira a tener una casa enorme, cochazos por valor de miles de euros, una mujer megadespampanante que sea culta, servicial y "poco remilgada en la cama", así como dos, tres hijos, más una casa en la playa, otra en la montaña, y todo ello sin olvidar el prestigio y el poder social asociados. Ese sería el objetivo cultural (con ciertas libertades literarias). Y por otro lado, lograr todo ello siendo trabajador, responsable y demás características que te enseñan como importantes en la escuela cuando tratan de convencerte de que la meritocracia funciona. Éste sería el mecanismo social (con cierto tinte valorativo propio).

- Innovador: éste es el caso de aquel que, buscando el mismo objetivo cultural, no recurre a los mismos sistemas sociales para alcanzarlo: estafadores, ladrones, capos, genios y demás personas a las que, generalmente, se tiende a temer y odiar como consecuencia de la envidia tan profundamente arraigada en la personalidad de cada uno.

- Ritualista: en mi opinión, el prototipo de persona más desarrollado en la sociedad actual. Esta clase de persona ha renunciado, por una razón u otra, a alcanzar los objetivos culturales. Sin embargo, no ha renunciado a los mecanismos institucionalizados. A modo de ejemplo recurriré a ese hombre de unos 45 años que lleva 20 años en el mismo puesto, sin pretensiones de ascender, con una vida llena de metas inalcanzadas que sigue llendo a trabajar todos los días puntual, servicial y dócil, sin mantener ya esa característica "llama vital" de la juventud de lograr lo imposible a fuerza de voluntad y de no contentarse con menos. Un ejemplo real y directo serían aquellos ancianos que, después de haber trabajado toda su vida en su propio negocio (pongamos, una panadería por ejemplo), siguen llendo a trabajar a sus 70 años sin cobrar un sueldo, simplemente porque es lo que han hecho siempre y no se plantean hacer otra cosa.

- Retraído: éste es el caso de los parias. No quieren lo que quieren todos, ni tampoco quieren hacer los que hacen todos. Viven en el campo con su huerto, duermen en la calle, no paran más de tres meses en un mismo continente... 
Ligado al tipo "retraído" aparece un quinto modelo:

- Rebelde: no se trata de un tipo con moto, chupa de cuero y tupé engominado que causa malestar en los pueblos a los que va, sino de aquel que, tras haber rechazado el objetivo cultural impuesto y haberse negado a aceptar una vida dominada por lo que hacen todos los demás, decide su propio objetivo, así como la forma de lograrlo. El rebelde no es malo ni bueno en la sociedad, sino que simplemente es un individuo diferente al resto. Si necesitas un ejemplo de rebelde, piensa en todo aquel retraído que es feliz haciendo lo que hace aunque tú no entiendas por qué o cómo.



Finalizo el que esperaba fuese un artículo breve y que ha resultado más largo aún de lo que estimaba oportuno para estas fechas de pereza generalizada.
Por supuesto, todos (o la mayoría) de los lectores se identificarán con el rebelde, el innovador o retraído, sea o no cierto. Por suerte o por desgracia, esto no es psicología, asique no hace falta justicar o demostrar el porqué de esa suposición.

Espero haya resultado una lectura interesante.

21.3.13

Conflicto

Como ya se ha hecho anteriormente en este blog, hoy traigo una entrada de teoría al más puro estilo académico.

La cuestión será, evidentemente el conflicto social, así como los tipos y demás matices significativos.

Así pues, y sin más dilación:

- Definición:

   Se entiende por conflicto a aquella sitación de oposición o enfrentamiento en torno a unos intereses determinados.

Esta definición es una conceptualización simple de la palabra "conflicto", pero si se prefieren concreciones más exactas que se recurra a la sección preguntas para así no inundar el artículo de definiciones largas, conplejas, y para la mayoría (no me incluyo) aburridas.
No sé por qué, pero tengo la impresión de que nadie va a tener interés suficiente como para pulsar el enlace y pedir más definiciones...

- Tipos de conflictos:

 a) Latente: no es cara a cara, sino más bien clandestino.
 b) Manifiesto: estalla abiertamente, y se adopta una acción hostil para resolverlo.

 a') Directo: los individuos o los grupos se oponen, luchan o se destruyen mutuamente para alcanzar algún objetivo.
 b') Indirecto: los individuos o los grupos no se enfrentan directamente, sino que tratan de conseguir sus objetivos impidiendo que otros consigan esos mismos objetivos.

 a'') Violento: incluye el uso de la fuerza y de la violencia para eliminar o destruir al adversario.
 b'') No violento: lo contrario.

- Funciones positivas:

a) Facilita el establecimiento o el restablecimiento de la unidad y la cohesión cuando se ha visto amenazada por sentimientos hostiles entre los miembros del grupo.
b) Revitaliza normas o crea otras nuevas.
c) Mayor conciencia de pertenencia al grupo.
d) Desempeño de roles.
e) Reforzar la identidad del grupo.
f) Conservar o reajustar el equilibrio de poder.

- Funciones negativas:

a) Proceso de ruptura social y desorganización.
b) Nuevas tensiones y conflictos.
c) Crea odios, discordias y prejuicios.
d) Desperdicio de energías humanas, sociales y recursos.
e) Divide a las personas, destruye la cohesión social e impide la cooperación.

- Escalas de medición:

a) Intensidad: energía desplegada
b) Violencia: medios utilizados


Espero que haya resultado interesante la lectura.

A mí, personalemente, me encanta la sociología del conflicto. Es inevitable teniendo en cuenta el notable interés que siento por la dinámica social.

7.3.13

Paradigmas de la sociología

No me puedo creer que después de tanto tiempo, aún no os haya puesto una "aproximación" a la teoría sociológica.

Eso hay que cambiarlo, asique antes que nada, los tres pilares fundamentales a partir de los cuales se estudia y busca entender la sociedad.

No obstante, en previsión de los problemas que pueden surgir al no entender el vocabulario, empezaré definiendo brevemente la palabra paradigma.

Básicamente, un paradigma es un enfoque concreto para entender la realidad (o el fenómeno estudiado) que engloba a un tipo de teorías afines a dicho enfoque.

No es una definición perfecta, pero sirve para entenderse.




Pasamos pues a lo verdaderamente interesante del artículo: los tipos de paradigmas.

En sociología hay tres paradigmas a partir de los cuales se busca comprender la realidad.
Al principio no se trataba de combinar los tres para lograr el mejor entendimiento de la sociedad, sino que cada uno tiraba para su campo y lo defendía y ensalzaba frente a los demás.
En nuestros días, pocos son los que mantienen este criterio.

Dicho esto:

- Paradigma Funcionalista

Básicamente se basa en el consenso.
Durkheim, mayor representante de este paradigma, mantiene que las sociedades se fundamentan en una serie de necesidades, suplidas por órganos con funciones específicas; todo ello con el fin de mantener el equilibrio y la estabilidad social.
Un principio fundamental es el de "el hombre es bueno por naturaleza", y las sociedades existen para mantener de la mejor forma posible los acuerdos que se crean entre las personas.

- Paradigma Conflictivista

Éste es diametralmente opuesto al funcionalista: las personas se coaccionan unos a otros al vivir en sociedad porque sino son incapaces.
Su principal defensor es Marx, y como la mayoría ya sabe, mantenía que la sociedad fomenta la desigualdad, lo cuál genera comflicto, y de este modo se genera historia: la historia es la sucesión de conflictos productos de las desigualdades sociales.
Un frase característica, como no puede ser de otro modo: "homo homini lupus" (Hobbes).

- Paradigma Interaccionista

Como suele pasar en la mayoría de situaciones de la vida, frente a una pareja de conceptos opuestos, surge uno nuevo transversal. En la sociología, esta trinidad es la Interacción simbólica (también conocido como paradigma de la acción).
El adalid de esta corriente es Weber, y el fundamento de la misma se basa en que no hay una realidad objetiva sobre la sociedad, sino que éstas se desarrollan en función de las experiencias e interacciones de las personas que las componen. Desarrollando este planteamiento, llegamos a otro punto muy importante: las personas acomodan su conducta a la conducta de los demás.
Como en los anteriores, una buena frase que enunciaría este paradigma sería: la realidad se construye socialmente.



Aclaro, para el observador más quisquilloso, que no pretendo ilustrar con esas pocas líneas conceptos tan amplios y profundos como son los tres paradigmas de la sociología, sino permitir al lector interesado en la sociología que no tenga una formación universitaria sobre el tema entender un poco más de la ciencia social por excelencia.
En caso de necesitar alguna puntualización que no he tenido en cuenta: recurrir a los comentarios.

26.2.13

La irracionalidad de la racionalidad

Éste es sin lugar a dudas, el problema que más me preocupa a nivel personal dentro de la sociología:
la irracionalidad de la racionalidad.

Como puede deducirse del nombre del concepto, consiste en que la racionalidad que nos rodea, en empresas, estudios, planes diarios, formas de interacción, etc., llega a tornarse irracional.
Un ejemplo: llamar al servicio técnico.
La situación al hablar con una máquina, una interacción pensada racionalmente para ahorrar en personas que atiendan llamadas y facilitar el acceso a "expertos" relacionados con el problema por el que llames", es una conversación irracional desde el primer momento que tienes que repetir lo que dices varias veces, pulsar entre 4 y 20 teclas distintas durante un monólogo pregrabado y esperar pacientemente hasta que finalmente te pasan con alguien que, unas veces si, otras no, es capaz de resolver tu problema por si mismo sin necesidad de pasarte a otra extensión más especializada que aquella que la máquina ha considerado apropiada.

Max Weber (hombre que acuñó el término), por ejemplo, lo enfoca directamente a la burocracia como el sistema racional y óptimo con el que tratar los problemas de la sociedad.
Hoy, sin embargo, cualquiera que trate con la administración pública se dará cuenta del absurdo irracional por el que hay que pasar para poder hacer casi cualquier cosa.


Ahora que ya te vienen numerosos ejemplos a la mente, planteo una cuestión:
¿Cómo encontrarías la eficiencia para enfrentarte a los problemas o necesidad de multitud de personas sin un método sistemático que sea lo suficientemente racional como para funcionar en todos los elementos que conforman esa multitud?

O en otras palabras, ¿Hay otra forma de tratar a todos igual?

Ritzer, en la McDonaldización, plantea numerosas veces este concepto, y teniendo en cuenta que el libro es fundamentalmente ejemplos (aproximadamente 500 páginas son solo ejemplos), revela el asombroso número de elementos de la sociedad que están marcados por esta búsqueda de la racionalización que finalmente ha evolucionado a lo irracional. Esto demuestra que existe una aceptación popular a este sistema de interacción de masas, pese a lo que nuestra propia experiencia, como individuos de esa masa, tenemos realmente.



Por mi parte, quisiera enfatizar que existe un caso concreto en el que averiguar una nueva forma de tratar los problemas sociales debe evolucionar: el derecho.
En este caso, ya no se trata de una molestia, sino de un elemento importantísimo de la sociedad, así como uno de los más influyentes en las personas, y permitir que caiga, como hemos visto en otros ejemplos, en la irracionalidad de la racionalidad es cerrar los ojos a un problema estructural considerablemente serio.

Ya para cerrar, es cierto que no se me ocurren soluciones concretas ni eficaces, pero no por ello voy a dejar este tema de lado. Además, cuanta más gente piense sobre este problema, más probabilidades habrá de resolverlo.

 


 

19.2.13

McDonaldización III

Fragmento del capítulo sobre la calculabilidad (Ritzer, George. La McDonaldización de la sociedad. Popular: 2006. Página 138)

"La costosa maquinaria para el ensamblaje en cadena del Pinto ya estaba lista, de modo que Ford decidió avanzar con la producción del automóvilsi ningún cambio. Ford basó su decisión en una coparación cuantitativa. La compañía estimó que tales defectos causarían 180 muertes y alrededor del mismo número de lesiones. Poniendo que el costo por persona sería de 200.000 dólares, Ford decidió que el costo total por muertes y lesiones sería menos que los 11 dólares por automóvil que costaría reparar el defecto."

Hasta ese punto llega a afectar la cuantificación de la vida a las personas.

16.2.13

McDonaldización II

Seguidamente, introduzco los elementos fundamentales que George Ritzer afirma como características de McDonald's que se están introduciendo en la sociedad y en la vida diaria de las personas:

- Eficiencia
- Calculabilidad
- Predecibilidad
- Control

Por razones de derechos de autor y por respeto a este estupendo sociólogo dejaré a vuestra curiosidad e inteligencia el desarrollo de esos conceptos.

En este artículo solo los menciono, y si hubiese algún caso en los que el interés no quedase saciado por sí mismo, en la sección preguntas puede pedir una aclaración de algún concepto, aunque será desde mi propia interpretación.

McDonaldización I

Ando leyendo un libro de George Ritzer, estupendo sociólogo, que plantea que las características de McDonald's se están integrando en todos los niveles de la sociedad, así como en las distintas instituciones, e incluso en la forma de pensamiento.

Es un libro más que recomendado, sobretodo por el carácter actual y global del tema tratado.

En esta primera entrega, introduciré tan solo una observación del autor que me ha sorprendido, y por tanto, quisiera compartir con vosotros: "El éxito del modelo de McDonald's sugiere que mucha gente ha llegado a preferir un mundo el el que haya pocas sorpresas."

Es muy interesante el nivel de repercusión que tiene esta realidad en la propia concepción del hombre.

Todos sabemos que las personas son animales de costumbres, pero aún así, comprobar que prefiere la rutina a la sorpresa... personalmente, lo encuentro deprimente.

7.2.13

¿Qué es sociología?

Este artículo de hoy es una crítica
a todos los paletos ignorantes que buscan psicólogos cuando en verdad lo que les es realmente útil son sociólogos; 
a los que preguntan con aire altivo: "¿y eso para que sirve?"; 
a los que piensan que nos dedicamos a hacer encuestas de opinión sobre temas de mierda para la prensa rosa; 
a los que creen que no sabemos sumar dos más dos; 
a los economistas; 
a los politólogos que piensan erróneamente que saben más de la sociedad a través de la política que los propios sociólogos; 
a los macropsicólogos que piensan que saben más que los sociólogos simplemente por enfocarlo desde su corriente teórica; 
a los sociólogos patanes que nos hacen quedar mal a los demás; 
a los ingenieros acomplejados que tachan de pseudociencia a la sociología porque se tratan elementos subjetivos:
de hecho, a todos los que piensan que lo subjetivo es intocable, inmedible e inabarcable;
a los periodistas;
a los todólogos;
a Weber, por morirse;
a enorme bagaje de grandes autores que han subido el listón a los nuevos sociólogos;
a los decanos y vicedecanos;
a los malditos compañeros de clase que no cierran el hocico ni cosiéndoles los labios;
a los pofresores sin interés;
a los lunes;
al plan bolonia;
a las feminazis;
a todos los que al leer una cita interesante primero buscan el autor y luego deciden si la cita merece o no la pena;
a los que les importa más la forma que el fondo;
a los presupuestos del Estado;
a los iphone (y Mac en general);
a la gente que te ignora como si no exisitieses en la calle cuando tratas de preguntar algo;
a los que dicen:"eso ya lo sabía yo" o "eso es evidente" cuando les mencionas una observación que en la vida se habrían siquiera planteado por si mismos, pero que resulta "evidentemente evidente" para todos;
a los que no entienden lo que significa multicausalidad y multivariable;
a los que les está mosqueando este artículo;
a mi mismo, por no seguir poniendo elementos más que justificadamente criticables;

WE ARE SOCIOLOGIST
YOUR ARGUMENT IS INVALID

Paro, población activa y tasa de empleo.

La cápsula de información de hoy es solo un poco de culturilla general que normalmente ayuda a distinguir mentiras y engaños perpetrados por aquellos que tienen intereses en dominar la opinión pública, en concreto explicaré lo que es el paro, la población activa y la tasa de empleo, así como algunos de los recursos comúnmente utilizados para confundir al público inexperto.

En primer lugar: EL PARO
Al pensar en "el paro" todos pensamos automáticamente en gente que no trabaja, pero esto es solo una pequeña parte de lo que es realmente el paro.
Se trata de la gente que no trabaja, efectivamente, pero que además de no trabajar pertenece a la población activa.


Ahora, ¿que es la POBLACIÓN ACTIVA? Pues la parte de la población que cumple las siguiente características:
- está en la franja de edad de entre los 16 y los 64 años (por ahora);
- busca trabajo con interés o directamente trabaja;
- no es estudiante, sino que si estudia lo hace supeditado a su trabajo;

Estos son los criterios fundamentales para definir el concepto, aunque a nivel de medición existen algunos matices más, fundamentalmente para reducir el número final y disimular los datos reales.

Por último, la TASA DE EMPLEO.
De forma simple: el número de trabajos que hay disponibles.
Lo que sucede en cualquier país es que hay más gente dentro de la población activa que trabajos ofertados, y esa diferencia es el paro.

Ahora vamos a utilizar las definiciones de forma útil:
cuando a día de hoy, como ya se ha visto en otros artículos del blog ( Estructura social I y Estructura social II ), la población activa va aumentando por una parte (ingreso de la mujer en el mundo laboral, retraso en la edad de jubilación, inmigración...) y disminuyendo por otra (desinterés en buscar trabajo, no contratación por razones de género o edad, imposibilidad o riesgo de contratación...), siendo la primera más importante que la segunda. Por otro lado, las medidas de recortes presupuestarios y reformas laborales están destruyendo las empresas, por lo que la cantidad de trabajo ofertado se está reduciendo.
La conclusión final es que la población activa aumenta, y aunque a otro ritmo, la pasiva también (no olvidar que la pasiva sobrevive de los impuestos de la activa); mientras tanto, la oferta de empleo se reduce, aumentando inevitablemente el paro.


Llegados a este punto, se puede hablar con propiedad cuando os advierto, como me han advertido ya a mí: ahora que los políticos afirman que cada vez se destruye menos empleo, o que el paro va aumentando a menos ritmo y que tiende a reducirse: lo que realmente significa es que ya no queda casi empresas que destruir, que la población está dejando de buscar trabajo para vivir del Estado, y que no hay ningún mérito atribuible al "conjunto de catastróficas desdichas" que se están viviendo por aquí.


Con esto finiquito el texto de hoy: ojito lorito que aquí hay gato encerrao y no te puedes fiar de nadie, y como ya hemos visto (espero) en este blog: de la "opinión pública" y de los medios de comunicación, ¡NI DE LA HORA TE PUEDES FIAR!

30.1.13

Espiral del silencio

La espiral del silencio es un concepto desarrollado por Elisabeth Noelle-Neumann, especialmente interesante para los sociólogos, los políticos y los periodistas.

Cuando se dice que el periodismo es el cuarto poder, lo que aparece detrás de esta mágica capacidad para cambiar la opinión y mover a la sociedad es, en su mayor parte, la puesta en práctica de este concepto.

Cuando un político quiere hacer algo que sus votantes no admitirían, a lo que recurren es a este principio.

Cuando ves algo que no encaja, y que sin embargo es aceptado por todos, lo que sucede una vez más es la espiral del silencio.

Simplificándola lo más posible, la espiral del silencio es una reacción de los individuos que participan en una sociedad y que no se atreven (o no pueden) expresar su opinión por miedo a sentirse rechazados o aislados.

Para entenderlo en su totalidad, habría que retroceder a la explicación de una serie de principios como son: el rechazo social, los mecanismos de control, la socialización, conducta desviada... y ahondar en lo que son y las funciones que desempeñan los medios de comunicación.

No obstante, intentaré enlazar todos los cabos sueltos para dar una visión lo más completa de lo que es "la espiral del silencio" para el lector no versado en temas de ciencias sociales.

En primer lugar, hay que entender que la sociedad no puede soportar (a nivel estructural) la existencia de individuos que requieran de un trato singular. Desgraciadamente, todo aquel que levante la cabeza por encima de la de los demás corre el riesgo de que se la corten.

A este principio es al que se le denomina "control social", y consiste en mucho más que en las normas de tráfico, las leyes y las normas de cada sitio: es la voluntad de toda una sociedad para mantener un orden ya establecido (previo a la propia sociedad o instaurado por la misma) y que tiene por objetivo igualar las conductas de todos los individuos que participan en dicha sociedad.
Aquellos que se dan de bruces con la norma establecida, y que en lugar de abnegarse y dejarse llevar por lo que otros dicen, deciden enfrentarse e ir contracorriente se les denomina "desviados sociales".
Estos pueden ser de todo tipo: desde los movimientos punk (muy característicos), los rockeros, los hippies, lo bohemios (los de verdad), los perroflautas... hasta los ateos (sobre todo hace 50 años en España), los agnósticos, los filósofos, los artistas (los de verdad, insisto), los que van andando pudiendo ir en bus, los que cruzan por la calle sin esperar a que el semáforo se ponga en verde, los que pregunta "por qué" a todo... a fin de cuentas, todos aquellos que rechazan los objetivos marcados por una sociedad como buenos, así como todos aquellos que rechazan los mecanismos sociales aceptados como buenos para lograr esos fines. En sociología, a estás personas se les llama "rebeldes".

Hasta este punto, resumimos: la sociedad coarta toda conducta que no sea "normal".

Bien, después de esta retahíla de conceptos, pasamos a los medios de comunicación.
Según Piere Bourdieu, un sociólogo Francés que murió en 2002, en un artículo que no tiene desperdicio: "La opinión pública no existe", plantea que en realidad lo que se entiende como opinión pública no es lo que piensa todo el mundo (o la mayoría), sino una idea que se avala con el falso testimonio del apoyo consensuado de toda la sociedad. En otras palabras: si te dicen que la tierra es plana, y todo el mundo lo afirma, sea o no verdad, al pobre Galileo le mandas a freír espárragos.

Sin duda, cualquiera dice: "menuda tontería, la tierra es ovalada y se puede demostrar". Pero si en lugar de esa frase se dice: "el universo surgió en el big bang", todo el mundo asiente, cuando en realidad existen numerosas teorías con más apoyo teórico que la contradicen. En la ignorancia, la vergüenza de equivocarse, y el miedo al fracaso radica el fundamento psicológico que permite que una opinión, tildada de unánime, cohiba la difusión y la expresión de otras opiniones distintas o enfrentadas.

Y esto es, por fin, la espiral del silencio.
Cuando unos hablan, otros callan, y cuando por fin se callan, al no haber nadie que diga "eso no es cierto" o "yo pienso otra cosa" por las razones anteriormente citadas, se produce un silencio que no tarda en volver a llenarse con las palabras de los que hablaron antes.

De este modo, y aplicándolas a la sociedad, las personas suelen repetir los argumentos socialmente aceptados para ensalzarse o popularizarse, o al menos no caer en vergüenza y aislamiento. El resultado final consiste en un desenlace trágico en el que dos opiniones (o más) enfrentadas terminan siendo una sola como consecuencia directa de lo que dicen los que no saben y lo que callan los que si saben (o al revés, en ocasiones la razón "tiene razón", aunque sean las menos).

Creo que las ideas están bastante bien hiladas y que no hay lagunas en la exposición que, si has tenido la paciencia de leer (gracias), explica muy a grandes rasgos (como siempre en este blog) el concepto de "espiral del silencio", tan perjudicial para los que de verdad forman la opinión pública y que tanto nos afecta diariamente en todo lo que decimos, callamos, pensamos u opinamos.


Con un poco de suerte, alguno de los lectores recordará este concepto cuando sus amigos le hablen de deporte, de política, de cotilleos o de cualquier cosa en la que participen más de dos personas.

29.1.13

La ética protestante y el espíritu del capitalismo

Hoy introduzco un ensayo revisado (he intentado reducir lo máximo posible la extensión del mismo) de la obra "La Ética Protestante y el Espíritu del Capitalismo", de Max Weber, padre de la sociología.
En cuanto a la validez del mismo: 
- el trabajo ha sido evaluado con un 2'5 sobre 3 por un profesor universitario especializado en teoría sociológica;
- el medio punto que falta se debe a la omisión de algunos datos que yo consideraba irrelevantes, y que por lo visto, él no;
- el ensayo es completamente original, sin partes copiadas ni elementos de otros autores.

Para aquellos cuya curiosidad se limite a saber a grandes rasgos de qué trata el libro, el apartado "introducción" debería ser suficiente.

Para los que tengan realmente interés y paciencia, recomiendo más que leer el ensayo, leer el libro.
Se puede encontrar en versión pdf gratuito sin demasiada dificultad en internet, y en apenas una semana a 50 páginas diarias el libro está terminado. Además, la dificultad para entenderlo es bastante asequible, y quitando algunos términos que requieren de alguna explicación, la mayoría lo puede entender todo el mundo.
Espero que lo encontréis interesante.


INTRODUCCIÓN


La ética protestante y el espíritu de capitalismo (Die protestantische Ethik und der 'Geist' des Kapitalismus) es un libro escrito por Max Weber, un economista y sociólogo alemán, entre 1904 y 1905, como una serie de ensayos. Más tarde se publicó como libro. No obstante, fue publicado desde 1905 en la revista Archiv für Sozialwissenschaft und Sozialpolitik.
Para comenzar el ensayo, simplificaré la idea principal que se plantea en el libro, así como los temas secundarios.
También explicaré la estructura del presente ensayo: ideas planteadas, críticas y valoraciones.
Así pues, podemos resumir (a costa de la pérdida de toda clase de detalles y pruebas) que el libro pretende demostrar que existe una relación entre el capitalismo y la ética protestante propia de la reforma Luterana, siendo esta la variable hegemónica que determinó su aparición.
Esta relación causal la relaciona de la siguiente manera:
La iglesia protestante favorecía un tipo concreto de ética cristiana materialista, pero sosteniendo aún otros valores cristianos como el ascetismo.
Ese materialismo, junto al anteriormente mencionado ascetismo, ligado al concepto de vocación profesional, también propio del luteranismo,  favorece al trabajador y al empresario: a unos a hacerse empresarios, y a otros a amasar fortunas.
Estas fortunas se reinvertían en la propia empresa a fin de conseguir aún más dinero, logrando así grandes fortunas.
Aparece también, junto a la vocación, el concepto de destino, de manera que el éxito terrenal reflejaba las posibilidades de acceder al cielo.
En suma, la ética protestante conduce a amasar fortunas, a llevar una filosofía de vida utilitarista, y a ganar dinero y trabajar más allá de lo necesario; o en otras palabras, a la esencia del capitalismo.
Ésta es la idea desarrollada a lo largo de los distintos capítulos, e igualmente, este ensayo irá recogiendo las ideas fundamentales de esos capítulos, contraponiéndolas con la realidad para comprobar la veracidad o el acierto de dichas afirmaciones.
El libro, que recopila distintos ensayos, se divide en dos bloques: una primera parte en la que se plantea el problema, y una segunda parte en la que desarrollan los conceptos utilizados.
En nuestro caso, simplificaremos los dos bloques combinando la información de ambos, y ordenaremos los contenidos en función del concepto tratado por Weber siguiendo el orden en el que aparecen en el ensayo (capítulos).
Procedemos pues a analizar el capítulo primero.

CAPÍTULO I : Confesión y estructura social

En este apartado, Weber comienza estableciendo una serie de paralelismo para relacionar la sociedad occidental de principios del siglo XX, centrándose en elementos de carácter económico (en concreto, en concepto de capitalismo).
De este modo, plantea la existencia de unas diferencias que, en su opinión, suponen un mayor y/o mejor desarrollo, por parte de la cultura occidental, de las distintas realidades comparadas. Desde el punto de vista económico, entiende el capitalismo como el punto de mayor desarrollo.
Tras esto, Weber busca identificar la razón de dichas diferencias, recurriendo a una multidimensionalidad de variables, enfocadas todas ellas con la iglesia protestante como eje principal.
Atribuye a la Iglesia este carácter hegemónico tras el análisis de estadísticas que informaban de que la mayor concentración de capital, así como la ocupación de los puestos más altos de las empresas de mayor categoría, pertenecían a personas del protestantismo.
Por razones que no determina, excluye de esta valoración a los judíos, quienes concentraban una mayor cantidad de capital (con un elevadísimo margen).
Lo más que indica sobre esta decisión, es el carácter histórico de este pueblo en la adquisición de capital, y por tanto, que no pertenecían a un análisis basado en cambio social.
En este capítulo también empieza a concretizar conceptos que utiliza más adelante conforme aparecen en la tesis, sin hacer más que una aproximación para poder utilizarlos.

CAPÍTULO II : El espíritu del capitalismo

Ahora ya, en este capítulo, explica más concretamente aquellas diferencias que observaba y planteaba en el apartado anterior entre protestantes y católicos, afirmando que esta diferencia reside en que los primeros tienen una ética más materialista que los segundos. Si bien los católicos buscan la tranquilidad y rehúyen los riesgos, promoviendo la adquisición de bienes materiales tan solo para la necesidad, con los protestantes sucede justo lo contrario.
Weber determina, mediante párrafos inconexos entre sí,  las características que considera apropiadas para definir el espíritu del capitalismo. Estas ideas están sacadas del libro de  Benjamin Franklin “Necesary hints to those that would be rich(Advertencias necesarias a los que quieren ser ricos), elaborado en 1736; además  extrae de Advice to a young tradesman (Consejos a un joven comerciante), 1748, las ideas necesarias para complementarlo. (“Works ed. Spark”, vol. II, pág. 87).
Weber apoya a Benjamin Franklin como fuente válida para respaldar esos datos como representantes de la ética protestante en tanto que era protestante y su libro consiguió una gran influencia y difusión.
En estas ideas se observa una serie de constantes, tales como la prioridad máxima de obtener beneficios del dinero mediante el uso del crédito, así como del valor del tiempo como dinero (y consecuente desperdicio económico del ocio).
Se relacionan, además, conceptos como el honor (un valor inmaterial) con la valía del crédito (un concepto inmaterial en esencia, pero íntimamente ligado al crédito obtenido).
Aparece también el objetivo social de multiplicar el dinero, mediante el uso del crédito para conseguir más dinero, a fin de amasar la mayor fortuna posible.
Por otro lado, contextualiza el “espíritu del capitalismo” de modo que excluye a todos aquellos países y culturas que no pertenecen a Europea-Occidental o Estados Unidos, afirmando que tan solo en esos casos se ha dado un “verdadero ethos” del capitalismo, el cuál consiste en supeditar la ganancia a la necesidad, interiorizando este principio en la conciencia de los protestantes a modo de valor vital.
Más adelante, Weber afirma que las atribuciones del capitalismo en la sociedad se integran de manera utilitarista en la moral: las virtudes son virtudes tanto si se es como si se finge, en tanto que el fundamento último de la moral en la cultura capitalista es el utilitarismo, y las virtudes favorecen a la función de obtención de crédito.
La ética protestante insta pues a sus creyentes a la búsqueda de más y más dinero, minimizando el disfrute de dicho dinero, a fin de seguir consiguiendo más dinero.
Siguiendo así esta línea de pensamiento, Weber advierte que los empresarios protestantes reinvertían en sus propias empresas el dinero conseguido, aumentando la cantidad de beneficios máximos que podría obtener en un mercado competitivo, y minimizando la amenaza de otros competidores que no siguiesen esa forma de vida.
Añadía sobre este tema, en último lugar, la afirmación de que esta forma de vida, basada en el utilitarismo y en el amasamiento de fortunas, tenía implantado un ascetismo, no solo basado en el ahorro, sino en la utilidad de este valor a modo de herramienta mercantil. Supone así que el capitalismo conduce a una escala de valores no necesariamente reales, pero si al menos  debidamente fingidos, a fin de poder utilizarlos en la sociedad de manera que favoreciese a la empresa.
En el propio ensayo, más adelante, continúa esta idea, manteniendo que estas “normas no escritas” que todos siguen, terminan implantándose estructuralmente en la economía capitalista, instaurando toda una institución con reglas pactadas, nunca antes vista en la historia.
En último lugar de este desarrollo de ideas, Weber afirma que los valores fingidos y posteriormente institucionalizados dan lugar a un vacío de valores, en tanto que ya no son necesarios para esa forma de vida. Y éste es, en última instancia, el espíritu del capitalismo en el cuál fundamenta toda la tesis.
Ya al margen de esto, en este capítulo aparece la principal traba, el tradicionalismo, que no compartía el objetivo de conseguir dinero por conseguir dinero, sino tan solo conseguir el dinero que es necesario para vivir, y disfrutar del ocio una vez salvada la necesidad.
“Vivir para trabajar o trabajar para vivir”, ese es el conflicto entre capitalismo y tradicionalismo.
Frente a esta oposición, Weber atribuye la participación de las sectas protestantes a la final implantación del sistema capitalista, en tanto que se encontraban a favor ideológicamente de dicho sistema, y actuaban como grupos de presión frente a los tradicionalistas. Además, la competencia en el mercado que pudieran hacer los tradicionalistas a los capitalistas era prácticamente nula, en tanto que, como se ha explicado antes, los capitalistas reinvertían el dinero en sus propias empresas.
En este capítulo, además, se menciona como posibilidad de la aceptación del capitalismo como ética la racionalización de la economía y la técnica, y cómo ello afecta al ideal de vida. No obstante, solo integra esta opción en el desarrollo del capitalismo como una complementación a la filosofía vital protestante, supeditándola a la racionalización en la importancia del cambio, y manteniendo una gran crítica a esta concepción determinista de la historia, en tanto que entra en muchas controversias.

CAPÍTULO III : Concepción Luterana de la profesión

Como puede deducirse del título del capítulo, el tema fundamenta que trata es el concepto de profesión.
El concepto de “profesión” en el término en el que Weber lo contextualiza se basa en la palabra beruf, que aparece por primera vez tras la reforma luterana, y tiene un  significado igualmente ligado a la religión.
El significado de ese concepto sería, por aproximación, el desarrollo de una profesión en el mundo para la cuál tienes una predestinación (vocacionalidad).
Este concepto se basa en el principio de predestinación de Lutero (antes de nacer ya está decidido si se va a ir o no al cielo). Si bien requiere, incondicionalmente para Weber, de una variante del protestantismo, a la cuál, como consecuencia, estima imprescindible para la aparición y posterior consolidación del capitalismo: el calvinismo.
Esta variación de la religión protestante arrastraba consigo todos los valores del protestantismo, con la añadidura de la autoridad de Dios sobre todas las cosas, entre las que se incluía, por supuesto, el trabajo que se desempeñaba.
De este modo, existía pues una predestinación igualmente extendida a la profesión que en el mundo se desempeña, por designio divino.
Por otro lado, si bien existía una predestinación en el mundo, también la había en la posibilidad de ir o no al cielo. Además, existían factores que delataban la bienaventuranza de los elegidos:
-          una pureza moral que se extendía a todos los aspectos de la vida;
-          éxito en las empresas que se propusiera;
-          gran fortuna;
De este modo, el puritanismo moral, aplicado como hemos dicho anteriormente a los negocios con su correspondiente efecto, ligado a la desaprobación del descanso y la ostentación, hacían, en suma, a una serie de ahorradores trabajadores amasadores de fortunas que solo buscaban seguir acumulando para poder acumular más, y así finalmente poder acceder al cielo, el paraíso ultraterrenal.
Esta es la razón por la cuál Weber insiste en su ensayo sobre la importancia del calvinismo, en tanto que era una religión y una ética creadora de riqueza y fortunas.

CONCLUSIONES

La conclusión general que se obtiene de la lectura de Weber es, a mi parecer, la importancia en la consideración de multivariables con el fin de explicar un fenómeno (religión, valores, economía, utilitarismo, competencia, etc).
En conjunto, el ensayo aporta una visión general de la aparición del capitalismo, así como una primera contextualización a la ética protestante y calvinista (complementada posteriormente en otras obras según he leído).
Aparte, personalmente me disgusta la valoración determinista del desarrollo del capitalismo, apareciendo como una fuerza inexorable a la que solo puedes unirte o morir (como aparece en la competencia económica entre empresarios tradicionalistas y capitalistas).
Por otro lado, Weber no explica la aparición del capitalismo en numerosas partes del mundo, centrando su estudio en Europa occidental y Estados Unidos. Por ello, la posibilidad de generalizar la tesis, y aplicarla de manera que la aparición del capitalismo en otros países se debe a la influencia directa de los anteriormente citados Europa y Estados Unidos, me parece, a mi entendimiento, un error.

BIBLIOGRAFÍA Y WEBGRAFÍA
 
   - Weber, Max: El Capitalismo y la Ética Protestante (Premia Editora, 9ª edición, 1991)
·   -Troeltsch, Ernst: Protestantism and Progress: A Historical Study of the Relation of Protestantism to the Modern World (1912, Beacon Press)
·   - Octavio Uña y Alberto Fernández: Diccionario de Sociología (ESIC, 2004)