Hola buenas, hoy traigo un par de conceptos de los más interesante e imprescindibles para tratar de entender los conflictos derivados de la convivencia intercultural de la sociedad: Melting Pot y Asimilacionismo (como dice el título...me luzco redactando eh?)
Estos dos conceptos representan las dos formas en las que los individuos de culturas inmigrantes (no es necesario que los individuos sean inmigrantes) se integran en una sociedad receptora.
Ambos proceden de una idea asimilacionista, pero no se desarrollan de la misma manera.
La mezcla de culturas tiene dos planos de actuación:
-la asimilación cultural: el grupo minoritario adopta la lengua, valores y normas de la cultura dominante;
a esto es a lo que se le denomina propiamente asimilacionismo.
-la asimilación estructural: el grupo minoritario es incorporado en la sociedad, haciéndola mutar en un crisol de culturas, mezcladas de manera heterogénea (mutuo respeto).
El ideal ético/moral que hoy en día nos gastamos los ciudadanos cívicos y honrados (plural mayestático en el que no me incluyo) es, obviamente, la búsqueda del asimilacionismo estructural. Por supuesto, esto no impide tratar de modificar los valores que no encajan directamente con los nuestros, que son más buenos, más bonitos, más mejores... Esto lo desarrollaré en el próximo artículo sobre relativismo cultural y demás militanzas abiertas en antropología.
En la realidad, lo que triunfa es la asimilación cultural: nuestra cultura es la mejor, y si no es así, al menos es mejor que la del inmigrante (por algo habrá tenido que emigrar no?).
Esta lógica tan humana va más allá de un par de frases semiracistas, según Milton Gordon, el primero en tratar este tema, planteó que había dos formas de asimilación cultural:
-la primera, la anglo-conformidad (entiéndase que las observaciones estaban basadas en la mezcla cultural que había en estados unidos en la década de los 60), se basa en el principio anteriormente mencionado: el grande se come al pequeño.
-la segunda, el melting pot, mantenía que el mutuo contacto podría desencadenar la fusión homogénea de ambas culturas, dando lugar a una nueva asociación de valores, principios y demás elementos culturales, futo de la mezcla.
Según el autor, la socialización se encargaría de hacerlo:
1) en primer lugar, por contacto;
2) después por la competencia;
3) más tarde la acomodación;
4) y finalmente, la completa asimilación.
Esta tesis fué criticada por Nathan Glazer y Daniel Patrick, (Beyond the melting pot, 1970), quienes, al ver que el tiempo pasaba y las tensiones sociales no disminuían, juzgaron apropiado dudar sobre la "exactitud" de la teoría por Gordon desarrollada.
Básicamente, mantenían según lo observado, que el melting pot era un camino sobre hielo y cuesta arriba, pues para considerar una cultura minoritaria como digna de ser integrada en la dominante, los miembros deberían tener un estatus social relevante, pero esto solo se conseguía renunciando a la propia identidad cultural y poniendo en su lugar aquella en la cuál querían integrarse (la pescadilla que se muerde la cola). Es decir: anglo-conformidad.
Bueno no, exactamente eso no. En verdad el resultado es una sustitución de cultura con reminiscencias de la identidad cultural. A esto lo llamaron pluralismo étnico.
Ya lejos del continente más occidental del mundo (extraño, porque la tierra es redonda...), y extrapolando las ideas que estas mentes pensantes nos fueron dejando, podemos observar que las sociedades, educadoras y otorgadoras de la identidad cultural, son en sí mismas, asociaciones discordantes de personas que no están dispuestas a asumir que nadie tiene la verdad en sus manos: no hay culturas mejores o peores (y sí, sé lo que hay por el mundo, un poco por encima al menos), solo diferentes. Tratar de imponer la cultura propia es una absurdez: unas veces será para bien, pero otras se perderán conocimientos y costumbres inimaginables, como de hecho, ha pasado sucesivamente en la historia.
Los romanos en cambio, lo hicieron bien (al principio y dadas las circunstancias, ejem...).
En fin queridos amigos, mantened las mentes abiertas, la curiosidad viva, y sobre todo, respetad al extraño, porque igual tiene algo interesante que contaros.
Ala, vuelvo a los micromachismos y a las teorías de la sociología del género en un país fundamentalmente machista por ineptitud (España, que si no lo puntualizo tres cuartas partes del mundo se darían por ofendidas).
Como curiosidad, el término surgió de una obra de teatro, The Melting Pot, de Israel Zangwill.
Bibliografía:
- Temas de sociología II, Huelga y Fierro Editores, 2001 (Coordinador Manuel José Rodriguez Caamaño)
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2.10.13
16.5.13
Universidad II
Hoy os traigo dos conceptos ligados a la realidad del sistema educativo: educación y enseñanza.
Aunque
estos dos conceptos pueden parecer iguales, no son lo mismo:
En
primer lugar, la educación, es la transmisión de valores, de espíritu crítico,
de capacidad para juzgar con criterio.
En el caso de la educación obligatoria (educación primaria y educación secundaria obligatoria), la
importancia de la educación en lo referente al sistema educativo tiene que ver
con la reducción del tiempo invertido por los padres en la formación moral de
sus hijos, delegando en otros instrumentos institucionalizados la enseñanza de
esos valores. Esto es, sin embargo, un hecho con una dificultad muy elevada,
pues esos valores no pueden ser “enseñados”, conforme a la definición dada más
adelante, sino que tienen que ser aprehendidos mediante un proceso de
socialización del hijo en su familia, primera y fundamental institución de la
sociedad.
La
familia es el elemento clave que permite, dada su estructura, enseñar a los
hijos aquellos elementos normativos que el sistema educativo no es capaz de
tramitar dada la complejidad de cuantificación de los mismos, así como la
dificultad de integración en un sistema educativo generalizado, global y
uniforme que se basa en el igualitarismo y la meritocracia. La destrucción de
la institución de la familia en las sociedades modernas, así como el rechazo
que sienten la mayoría de los adolescentes hacia su núcleo familiar, con la
correspondiente importancia derivada a su grupo de iguales (compañeros de
clase), hacen de la labor del profesor un pilar fundamental en el tratamiento
de la crisis de oposición, como
psicológicamente se conoce, en la educación y tramitación de ese rechazo a los
valores familiares adquiridos.
En el caso de la educación universitaria, la educación es lo que distingue a aquel que solo ha ido a la universidad de aquel por quién la universidad ha pasado. Es espíritu crítico, la capacidad de razonamiento en base a información más desarrollada, las opiniones y el trato adulto de los profesores hacia los alumnos, así como su autonomía en la dirección y desarrollo de la carrera...
Está comprobado que los universitarios viven, de media, más que lo no universitarios (fuente INE). Esto no es magia, o casualidad: la forma de pensar cambia cuando el aprendizaje lo has elegido tú (en mayor o menos medida). Es por esto que hay profesores buenos cuyas asignaturas, que aparentemente no nos importaban lo más mínimo, se vuelven imprescindibles por el interés que nos despierta; y del mismo modo, asignaturas que en principio serían una delicia cursar, se vuelven aburridas y vacías.
Por
otro lado, la enseñanza es la transmisión de saberes ordenados, siguiendo un
método pedagógico concreto, a fin de que el alumno aprenda una serie de
conceptos básicos sobre la cultura para poder ser una persona más libre (siguiendo
los principios ilustrados).
La
enseñanza, en comparación con la educación, transmite datos cuantificables,
“empaquetables” y concretizables. El objetivo es mucho más mecánico, mucho más
evidente y directo que en el caso anterior (resultado de la revolución
industrial y la necesidad de mano de obra cualificada). Como consecuencia, la
transmisión de conocimientos del profesor a sus alumnos funciona de manera
similar a una producción en cadena donde el alumno se sienta en el aula, recibe
la información y se examina siguiendo unos exámenes que determinen la buena o
correcta memorización de estos conceptos. La enseñanza es otro de los ejemplos
característicos que Ritzer menciona en “La McDonaldización de la Sociedad” (1993),
o en otras palabras, un mecanismo de producción (en este caso, de mano de obra cualificada).
En el caso universitario es si cabe aún más impresionante: al alumno se le cataloga con un número que determina su calidad como producto, una promoción a la que pertenece como si de una tirada de ejemplares se tratase, una universidad que hace de marca de fabricante de mayor o menor calidad, y en algunos casos, una anotación cualitativa, como siempre generalizada y mecanizada, conocida como "carta de recomendación, otorgándole al alumno cierta connotación de producto artesanal.
Que luego en verdad el alumno en cuestión sea una calculadora humana, o un archivador con sistema circulatorio, o un cerebro creativo que no tenga nunca los pies en el suelo, pasa completamente desapercivido.
Vivimos en un mundo donde la cuantificación de las personas llega a límites que poca gente cree posibles. Recomiendo encarecidamente la lectura de Ritzer: La McDonaldización de la sociedad (aquí enlace al libro en formato pdf) por el alto contenido informativo sobre la mecanización y deshumanización de la sociedad, así como por su fácil nivel de lectura y su desarrollo segmentado que facilita enormemente su comprensión a nivel global.
Un saludo
de un estudiante de sociología.
de un estudiante de sociología.
14.5.13
Universidad I
Dado que mi vida ha girado en torno a esta institución recientemente de una manera notablemente intensa (y molesta), creo apropiado transcribir aquí algunas consideraciones hechas durante los periodos de estudio nocturno y trabajos agotadores.
Enfoque Microsociológico:
Los profesores influyen tanto en los alumnos como éstos en aquellos. Al mismo tiempo, tratan de ser imparciales, aunque terminan etiquetando a sus alumnos, en la mayoría de los casos, no solo por valores puramente personales propios de las personas (nos caen bien aquellas personas que comparten con nosotros valores éticos, morales y modelos aspiracionales, por citar algunas de las características), sino por un elemento propio del alumno que en la mayoría de los casos escapa a su control: el desprecio al sistema y a los que se someten.
Esto es una forma de identidad común para las clases bajas, que repercute negativamente en ellos, como consecuencia a la oposición directa al enfoque funcionalista.
Enfoque Funcionalista:
En primer lugar y fundamental: el sistema educativo contribuye al bien funcionamiento de la sociedad y a la estabilidad social, pues es clave en el proceso de socialización a través de la transmisión de valores.
Además, la educación estandariza la diversidad cultural: se impone la cultura y las lenguas dominantes, readaptando los valores propios del capitalismo. Irónicamente, promueven indirectamente las diferencias de clase, etnia y género como resultado de este énfasis en la estandarización.
Por último a añadir, aunque es más una explicación que un dato añadido, hay que decir que la educación sienta las bases de la meritocracia, basada en un igualitarismo de base en dónde el que más sabe/se esfuerza/trabaja/sacrifica es quién, como decimos aquí en España: "se lleva el gato al agua".
Evidentemente, esto genera una serie de conflictos que transforman el concepto utópico es una distopía disfuncional más que notable, explicada a continuación.
Enfoque Conflictivista:
Si se supone que todos somos iguales y que partimos de las mismas posibilidades, ¿cómo se puede justificar:
- que las familias sean tan determinantes en la educación como en el resto de instituciones y elementos de la vida? Concretamente, en el caso que nos ocupa, las familias determinan desde la capacidad del alumno para entender razonamientos "complejos" hasta las limitaciones económicas para desarrollar unos estudios u otros, pasando por el trabajo y estudios de los padres;
- que las amistades desarrolladas por los alumnos sean el mayor condicionante para definir sus aspiraciones académicas?
- que cada uno tenga unas habilidades particulares no reconocidas pero que les permiten desarrollar unas mecánicas concretas de trabajo mejor que otros, limitándose o destacando como consecuencia de las dinámicas de clase de los distintos profesores?
En referencia al primer punto, hay que explicar bastantes conceptos antes de darlo por sabido.
En primer lugar, los códigos lingüísticos de Bernstein (1975) es una teoría muy curiosa que refleja un hecho de vital importancia: si en el hogar de la personita, ésta socializa y crece en un ambiente donde cuando se regaña se dan razones de dicha regañina, o del mismo modo, la conversación racional explicativa es un recurso normal en el discurso habitual, el futuro alumno será capaz de entender con mayor capacidad reflexiones causales, y del mismo modo aunque en menor nivel, el pensamiento abstracto.
Como casi todo en la sociología desgraciadamente, hay margen de error, y por supuesto que hay excepciones y casos que desmienten esta teoría. Entiéndanse las generalizaciones en ámbitos relativos y no absolutos.
Por otro lado, también hay que explicar los otros elementos familiares: a mayor nivel educativo tengan los padres, mayor será el listón del hijo respecto a la educación; a mejor trabajo tenga el padre (ligado a una formación), mayor será el nivel que tenga que alcanzar el hijo en el caso de querer trabajar en la empresa familiar, mientras que un puesto con poca formación permite "colocar" al hijo sin necesidad de que éste estudie; y por supuesto, con apoyo económico familiar se puede acceder a un tipo de educación u otro, en función de la renta de dicha familia.
Con respecto a las amistades, no hay mucho que decir. Uno de los mayores condicionantes de las personas son sus grupos de iguales. En este caso, las amistades condicionan lo que se conoce como "logro educativo", que básicamente consiste en estudiar y formarse para poder vivir, como mínimo igual que tus padres, pero con la esperanza de vivir mejor que ellos (movilidad social ascendente).
Ya para finalizar, en lo referente al currículum oculto: se trata fundamentalmente de las capacidades individuales de cada uno que no son computables conforme a un sistema de exámenes estandarizado.
En algunos casos, es una memoria prodigiosa. En otros una capacidad de concentración más que notable, o una paciencia para trabajar envidiosa; una astucia natural para salir de los problemas con palabras bonitas y poca información; una inteligencia y sangre fría óptima para copiar en los exámenes; interés por el arte, la música, la filosofía...; hacer deporte... todos esos matices que nos componen y que, a priori no sirven para la educación, pero que luego en realidad resultan condicionantes clave en la mayoría de las experiencias académicas vividas.
Espero haya resultado interesante (estoy seguro que a mis compañeros no, pero que se le va a hacer), y advertir a los lectores que, al margen de un último trabajo de investigación, he terminado las clases.
¿Qué les parece? Si no hiciese nada más que ir a la universidad, tendría hasta septiembre de vacaciones.
¿Aquí falla algo verdad?
20.2.13
Estructura social III
Hoy un resumen rápido de lo que nos depara el futuro.
El modelo económico de España es insostenible: tanta población y tan poco trabajo...así que nuestras previsiones de futuro en España serán las siguientes:
- la población activa, si bien mengua poco a poco por la desesperanza de muchas personas que encuentran imposible trabajar remuneradamente, va en aumento por dos razones principalmente: incorporación de la mujer a la vida laboral y retraso de la edad de jubilación (esto último, además implica que puestos que se quedarían vacíos seguirán ocupados más tiempo, en tanto que hay futuros jubilados que son más útiles que la mayoría para desarrollar eficientemente la actividad llevada a cabo en su puesto);
- la creación de empleo, que siempre ha ido de la mano de la PIMES así como de la construcción, pasará a depender de otras industrias enfocadas a la exportación;
- como el sistema para superar la depresión económica en la que España se haya inmerso consiste en devaluar la moneda, pero España pertenece al Euro, lo que se devaluará será el salario de los trabajadores, para hacer más tentador no un producto cualquiera, sino la fuerza de trabajo;
- en tanto que la mayoría de la población española pasará a ser jubilada dentro de unos 20-25 años, el famoso "michelín" de la pirámide demográfica de España (aquí el enlace) llegará por fin a la cima, y si ahora nos parecen muchos jubilados, habrá que esperar a ver el doble de población jubilada, y encima más longeva;
- esto supondrá un aumento enorme del gasto público, que además de sustentar a una población pasiva (ni trabaja ni busca empleo) en crecimiento, tendrá que hacerse cargo de esta casi duplicación de jubilados, lo que en conjunto afectará incondicionalmente a los impuestos de los (pocos) trabajadores;
- después añadimos que la pensión pública tendrá que reducirse, y que el sistema actual de pensiones mixtas (combinar la pensión pública con planes de pensiones privados) se pondrá más difícil como consecuencia de la incapacidad de las cajas de ahorros de "devolver" el dinero a los jubilados que han estado dándoles un dinero durante su edad laboral, así como por la más que complicada labor de los (pocos, insisto) trabajadores que además de tener un sueldo menor, tendrán mayores impuestos y por tanto, aún menos dinero extra para contratar planes de pensiones privados;
- obviaré matices del tipo: medicina, educación, precariedad laboral...así como que los índices de delincuencia aumentan cuando un país se empobrece.
Empiezan a darse casos de países que no admiten visados de permanencia a los Españoles, como sucede con los Rumanos, por ejemplo. Me veo pues obligado a incidir en la premura de irse de España y salvar el pellejo, y que sean tus hijos, o tus nietos los que vuelvan de nuevo a la patria hundida (que con suerte, para entonces, tendrá un modelo económico más estable).
Y por cierto, enfatizo el matiz de la edad media que tiene el grueso de la población activa (entre los 30 y los 40 años). Calcula la edad que tendrás cuando el número de jubilados sea el máximo posible.
¿Asusta un poco verdad?
¿Asusta un poco verdad?
5.2.13
Estructura social II
Como parece que va a ser costumbre en esta categoría, vamos a ver que más va mal por aquí.
España aspira a convertirse en un país tercermundista pero dentro de Europa.
¿Por qué digo esto?
Porque España no tiene industria, y Alemania, que controla el Banco Central Europeo, por miedo a que al aumentar la inflación vuelvan a caer en un fascismo como el nazi, no cederá a imprimir más billetes.
Como consecuencia, la única forma en España dada la moneda común, es reducir los salarios de los trabajadores, a fin de aumentar las exportaciones y traer las empresas aquí, como hasta hace no mucho se hacía en europa del este, o en china, aún más tiempo atrás.
Al problema tenemos que sumar un problema sobre la población, o de hecho, cuatro:
- Por un lado, la parte de la población que se suma a las líneas de la población activa va en aumento como consecuencia de la introducción de las mujeres al mercado laboral. Esto se traduce, bloqueando el resto de variables, en más gente para los mismos trabajos.
- Por otro lado, los hombres y mujeres mayores de 55 años, en un 90%, no volverán a trabajar. Esto supone un engrosamiento de la población pasiva.
- Por último, no hay que olvidar que el grueso de la población (democráticamente hablando) va ascendiendo en edad, y no tardará mucho en llegar a los 55 años.
Como siempre, y una vez más: "este país se va a la mierda".
30.1.13
Espiral del silencio
La espiral del silencio es un concepto desarrollado por Elisabeth Noelle-Neumann, especialmente interesante para los sociólogos, los políticos y los periodistas.
Cuando se dice que el periodismo es el cuarto poder, lo que aparece detrás de esta mágica capacidad para cambiar la opinión y mover a la sociedad es, en su mayor parte, la puesta en práctica de este concepto.
Cuando un político quiere hacer algo que sus votantes no admitirían, a lo que recurren es a este principio.
Cuando ves algo que no encaja, y que sin embargo es aceptado por todos, lo que sucede una vez más es la espiral del silencio.
Simplificándola lo más posible, la espiral del silencio es una reacción de los individuos que participan en una sociedad y que no se atreven (o no pueden) expresar su opinión por miedo a sentirse rechazados o aislados.
Para entenderlo en su totalidad, habría que retroceder a la explicación de una serie de principios como son: el rechazo social, los mecanismos de control, la socialización, conducta desviada... y ahondar en lo que son y las funciones que desempeñan los medios de comunicación.
No obstante, intentaré enlazar todos los cabos sueltos para dar una visión lo más completa de lo que es "la espiral del silencio" para el lector no versado en temas de ciencias sociales.
En primer lugar, hay que entender que la sociedad no puede soportar (a nivel estructural) la existencia de individuos que requieran de un trato singular. Desgraciadamente, todo aquel que levante la cabeza por encima de la de los demás corre el riesgo de que se la corten.
A este principio es al que se le denomina "control social", y consiste en mucho más que en las normas de tráfico, las leyes y las normas de cada sitio: es la voluntad de toda una sociedad para mantener un orden ya establecido (previo a la propia sociedad o instaurado por la misma) y que tiene por objetivo igualar las conductas de todos los individuos que participan en dicha sociedad.
Aquellos que se dan de bruces con la norma establecida, y que en lugar de abnegarse y dejarse llevar por lo que otros dicen, deciden enfrentarse e ir contracorriente se les denomina "desviados sociales".
Estos pueden ser de todo tipo: desde los movimientos punk (muy característicos), los rockeros, los hippies, lo bohemios (los de verdad), los perroflautas... hasta los ateos (sobre todo hace 50 años en España), los agnósticos, los filósofos, los artistas (los de verdad, insisto), los que van andando pudiendo ir en bus, los que cruzan por la calle sin esperar a que el semáforo se ponga en verde, los que pregunta "por qué" a todo... a fin de cuentas, todos aquellos que rechazan los objetivos marcados por una sociedad como buenos, así como todos aquellos que rechazan los mecanismos sociales aceptados como buenos para lograr esos fines. En sociología, a estás personas se les llama "rebeldes".
Hasta este punto, resumimos: la sociedad coarta toda conducta que no sea "normal".
Bien, después de esta retahíla de conceptos, pasamos a los medios de comunicación.
Según Piere Bourdieu, un sociólogo Francés que murió en 2002, en un artículo que no tiene desperdicio: "La opinión pública no existe", plantea que en realidad lo que se entiende como opinión pública no es lo que piensa todo el mundo (o la mayoría), sino una idea que se avala con el falso testimonio del apoyo consensuado de toda la sociedad. En otras palabras: si te dicen que la tierra es plana, y todo el mundo lo afirma, sea o no verdad, al pobre Galileo le mandas a freír espárragos.
Sin duda, cualquiera dice: "menuda tontería, la tierra es ovalada y se puede demostrar". Pero si en lugar de esa frase se dice: "el universo surgió en el big bang", todo el mundo asiente, cuando en realidad existen numerosas teorías con más apoyo teórico que la contradicen. En la ignorancia, la vergüenza de equivocarse, y el miedo al fracaso radica el fundamento psicológico que permite que una opinión, tildada de unánime, cohiba la difusión y la expresión de otras opiniones distintas o enfrentadas.
Y esto es, por fin, la espiral del silencio.
Cuando unos hablan, otros callan, y cuando por fin se callan, al no haber nadie que diga "eso no es cierto" o "yo pienso otra cosa" por las razones anteriormente citadas, se produce un silencio que no tarda en volver a llenarse con las palabras de los que hablaron antes.
De este modo, y aplicándolas a la sociedad, las personas suelen repetir los argumentos socialmente aceptados para ensalzarse o popularizarse, o al menos no caer en vergüenza y aislamiento. El resultado final consiste en un desenlace trágico en el que dos opiniones (o más) enfrentadas terminan siendo una sola como consecuencia directa de lo que dicen los que no saben y lo que callan los que si saben (o al revés, en ocasiones la razón "tiene razón", aunque sean las menos).
Creo que las ideas están bastante bien hiladas y que no hay lagunas en la exposición que, si has tenido la paciencia de leer (gracias), explica muy a grandes rasgos (como siempre en este blog) el concepto de "espiral del silencio", tan perjudicial para los que de verdad forman la opinión pública y que tanto nos afecta diariamente en todo lo que decimos, callamos, pensamos u opinamos.
Con un poco de suerte, alguno de los lectores recordará este concepto cuando sus amigos le hablen de deporte, de política, de cotilleos o de cualquier cosa en la que participen más de dos personas.
Cuando se dice que el periodismo es el cuarto poder, lo que aparece detrás de esta mágica capacidad para cambiar la opinión y mover a la sociedad es, en su mayor parte, la puesta en práctica de este concepto.
Cuando un político quiere hacer algo que sus votantes no admitirían, a lo que recurren es a este principio.
Cuando ves algo que no encaja, y que sin embargo es aceptado por todos, lo que sucede una vez más es la espiral del silencio.
Simplificándola lo más posible, la espiral del silencio es una reacción de los individuos que participan en una sociedad y que no se atreven (o no pueden) expresar su opinión por miedo a sentirse rechazados o aislados.
Para entenderlo en su totalidad, habría que retroceder a la explicación de una serie de principios como son: el rechazo social, los mecanismos de control, la socialización, conducta desviada... y ahondar en lo que son y las funciones que desempeñan los medios de comunicación.
No obstante, intentaré enlazar todos los cabos sueltos para dar una visión lo más completa de lo que es "la espiral del silencio" para el lector no versado en temas de ciencias sociales.
En primer lugar, hay que entender que la sociedad no puede soportar (a nivel estructural) la existencia de individuos que requieran de un trato singular. Desgraciadamente, todo aquel que levante la cabeza por encima de la de los demás corre el riesgo de que se la corten.
A este principio es al que se le denomina "control social", y consiste en mucho más que en las normas de tráfico, las leyes y las normas de cada sitio: es la voluntad de toda una sociedad para mantener un orden ya establecido (previo a la propia sociedad o instaurado por la misma) y que tiene por objetivo igualar las conductas de todos los individuos que participan en dicha sociedad.
Aquellos que se dan de bruces con la norma establecida, y que en lugar de abnegarse y dejarse llevar por lo que otros dicen, deciden enfrentarse e ir contracorriente se les denomina "desviados sociales".
Estos pueden ser de todo tipo: desde los movimientos punk (muy característicos), los rockeros, los hippies, lo bohemios (los de verdad), los perroflautas... hasta los ateos (sobre todo hace 50 años en España), los agnósticos, los filósofos, los artistas (los de verdad, insisto), los que van andando pudiendo ir en bus, los que cruzan por la calle sin esperar a que el semáforo se ponga en verde, los que pregunta "por qué" a todo... a fin de cuentas, todos aquellos que rechazan los objetivos marcados por una sociedad como buenos, así como todos aquellos que rechazan los mecanismos sociales aceptados como buenos para lograr esos fines. En sociología, a estás personas se les llama "rebeldes".
Hasta este punto, resumimos: la sociedad coarta toda conducta que no sea "normal".
Bien, después de esta retahíla de conceptos, pasamos a los medios de comunicación.
Según Piere Bourdieu, un sociólogo Francés que murió en 2002, en un artículo que no tiene desperdicio: "La opinión pública no existe", plantea que en realidad lo que se entiende como opinión pública no es lo que piensa todo el mundo (o la mayoría), sino una idea que se avala con el falso testimonio del apoyo consensuado de toda la sociedad. En otras palabras: si te dicen que la tierra es plana, y todo el mundo lo afirma, sea o no verdad, al pobre Galileo le mandas a freír espárragos.
Sin duda, cualquiera dice: "menuda tontería, la tierra es ovalada y se puede demostrar". Pero si en lugar de esa frase se dice: "el universo surgió en el big bang", todo el mundo asiente, cuando en realidad existen numerosas teorías con más apoyo teórico que la contradicen. En la ignorancia, la vergüenza de equivocarse, y el miedo al fracaso radica el fundamento psicológico que permite que una opinión, tildada de unánime, cohiba la difusión y la expresión de otras opiniones distintas o enfrentadas.
Y esto es, por fin, la espiral del silencio.
Cuando unos hablan, otros callan, y cuando por fin se callan, al no haber nadie que diga "eso no es cierto" o "yo pienso otra cosa" por las razones anteriormente citadas, se produce un silencio que no tarda en volver a llenarse con las palabras de los que hablaron antes.
De este modo, y aplicándolas a la sociedad, las personas suelen repetir los argumentos socialmente aceptados para ensalzarse o popularizarse, o al menos no caer en vergüenza y aislamiento. El resultado final consiste en un desenlace trágico en el que dos opiniones (o más) enfrentadas terminan siendo una sola como consecuencia directa de lo que dicen los que no saben y lo que callan los que si saben (o al revés, en ocasiones la razón "tiene razón", aunque sean las menos).
Creo que las ideas están bastante bien hiladas y que no hay lagunas en la exposición que, si has tenido la paciencia de leer (gracias), explica muy a grandes rasgos (como siempre en este blog) el concepto de "espiral del silencio", tan perjudicial para los que de verdad forman la opinión pública y que tanto nos afecta diariamente en todo lo que decimos, callamos, pensamos u opinamos.
Con un poco de suerte, alguno de los lectores recordará este concepto cuando sus amigos le hablen de deporte, de política, de cotilleos o de cualquier cosa en la que participen más de dos personas.
29.1.13
22.1.13
Estructura social I
Hoy retransmito una idea recientita recientita. Vamos, que aún está calentita de la clase de 7 a 9.
La cuestión consiste en la población.
A grandes rasgos, las variables fundamentales para analizar una población partiendo de cero son la natalidad, la mortalidad, la emigración y la inmigración.
Quiera centrar la atención en la natalidad y la mortalidad.
No voy a ponerme en plan pedagógico explicando los detalles de cada uno, sino que más bien, pretendo plantear una situación, aunque desgraciadamente para ello tengo que dar un pequeño rodeo.
Empecemos por la natalidad.
Nacimientos en una población determinada.
Existen distintos indicadores en función del objeto de estudio. Aqui no importan demasiado. Lo único que hay que saber relativo a la natalidad es que no hay la suficiente cantidad de nacimientos como para sustituir a la actual, o en otras palabras, nacen menos de los que mueren.
Para los países, esto es una verdadera "putada", hablando en plata. Se necesita una natalidad mayor que la propia mortalidad teniendo en cuenta que muchos emigran y otros mueren. ¿Soluciones? Incentivar como en un gallinero que las hembras fértiles de nuestra especie procreen y se reproduzcan. ¿Resultado?
Fracaso total. La edad a la que las mujeres tienen hijos va en aumento, pasando en treinta años de tener hijos a las veintipocos a tenerlos a los treinta y tres, treinta y cuatro.
Buen trabajo.
Como detalle añadido, los hijos cada vez nacen con menos peso y son más prematuros: defecto de fábrica (la masculinización de la mujer en los países desarrollados lleva a situaciones tan felices como que las mujeres fumen más que los hombres, entre otros detalles).
Como consecuencia directa, la sanidad cada vez tiene más gastos en incubadoras y cuidados intensivos para esos recién nacidos. Y palmadita en la espalda, España es el 2º país del mundo con menos mortalidad infantil del mundo.
Desgraciadamente, la progresión actual induce a pensar que cada vez se tendrán los hijos más tarde y serán más débiles, incurriendo en un mayor gasto público, sustentado por los contribuyentes, el segmento de la población que TRABAJA. No olvidemos el detalle de la baja natalidad anteriormente mencionado. ¿Soluciones?
...
Pasamos pues a la mortalidad.
Número de defunciones en un año en una población determinada.
Como es sabido, las mejoras en medicina, tecnología, concienciación, alimentación, etc, hacen que cada año la vida se alargue más y más. Como curiosidad: la diferencia de esperanza de vida entre hombres y mujeres se reduce como consecuencia de la masculinización de las mujeres, así como por los nuevos cuidados de los hombres que han ido adoptando poco a poco de las mujeres. ¿Irónico verdad?
Volviendo al tema, y ya llegando al quid de la cuestión. El alargamiento de la vida es, en mayor medida, por la cantidad de medicamentos en los que se invierte (nota: el euro por receta no amortigua el gasto prácticamente nada).
Y ya por fin, ¿qué nos encontramos si unimos todas las piezas del puzzle?
Piensa primero, lee después.
El resultado final es una población envejecida, que vive muchos años, que cuesta mucho dinero mantener, y que se respalda en unos impuestos que cubren los trabajadores.
Pero, si la cantidad de trabajadores se reduce, ¿quién financiará los medicamentos?
Y por otro lado, si cada vez se gasta más dinero en los recién nacidos para evitar que mueran como consecuencia de la mala calidad física y química de los progenitores, ¿quién financiará las incubadoras?
Hay que elegir a quién dejas a su suerte, a tus padres o a tus hijos.
Como suele leerse en la red: "este país se va a la mierda".
La cuestión consiste en la población.
A grandes rasgos, las variables fundamentales para analizar una población partiendo de cero son la natalidad, la mortalidad, la emigración y la inmigración.
Quiera centrar la atención en la natalidad y la mortalidad.
No voy a ponerme en plan pedagógico explicando los detalles de cada uno, sino que más bien, pretendo plantear una situación, aunque desgraciadamente para ello tengo que dar un pequeño rodeo.
Empecemos por la natalidad.
Nacimientos en una población determinada.
Existen distintos indicadores en función del objeto de estudio. Aqui no importan demasiado. Lo único que hay que saber relativo a la natalidad es que no hay la suficiente cantidad de nacimientos como para sustituir a la actual, o en otras palabras, nacen menos de los que mueren.
Para los países, esto es una verdadera "putada", hablando en plata. Se necesita una natalidad mayor que la propia mortalidad teniendo en cuenta que muchos emigran y otros mueren. ¿Soluciones? Incentivar como en un gallinero que las hembras fértiles de nuestra especie procreen y se reproduzcan. ¿Resultado?
Fracaso total. La edad a la que las mujeres tienen hijos va en aumento, pasando en treinta años de tener hijos a las veintipocos a tenerlos a los treinta y tres, treinta y cuatro.
Buen trabajo.
Como detalle añadido, los hijos cada vez nacen con menos peso y son más prematuros: defecto de fábrica (la masculinización de la mujer en los países desarrollados lleva a situaciones tan felices como que las mujeres fumen más que los hombres, entre otros detalles).
Como consecuencia directa, la sanidad cada vez tiene más gastos en incubadoras y cuidados intensivos para esos recién nacidos. Y palmadita en la espalda, España es el 2º país del mundo con menos mortalidad infantil del mundo.
Desgraciadamente, la progresión actual induce a pensar que cada vez se tendrán los hijos más tarde y serán más débiles, incurriendo en un mayor gasto público, sustentado por los contribuyentes, el segmento de la población que TRABAJA. No olvidemos el detalle de la baja natalidad anteriormente mencionado. ¿Soluciones?
...
Pasamos pues a la mortalidad.
Número de defunciones en un año en una población determinada.
Como es sabido, las mejoras en medicina, tecnología, concienciación, alimentación, etc, hacen que cada año la vida se alargue más y más. Como curiosidad: la diferencia de esperanza de vida entre hombres y mujeres se reduce como consecuencia de la masculinización de las mujeres, así como por los nuevos cuidados de los hombres que han ido adoptando poco a poco de las mujeres. ¿Irónico verdad?
Volviendo al tema, y ya llegando al quid de la cuestión. El alargamiento de la vida es, en mayor medida, por la cantidad de medicamentos en los que se invierte (nota: el euro por receta no amortigua el gasto prácticamente nada).
Y ya por fin, ¿qué nos encontramos si unimos todas las piezas del puzzle?
Piensa primero, lee después.
El resultado final es una población envejecida, que vive muchos años, que cuesta mucho dinero mantener, y que se respalda en unos impuestos que cubren los trabajadores.
Pero, si la cantidad de trabajadores se reduce, ¿quién financiará los medicamentos?
Y por otro lado, si cada vez se gasta más dinero en los recién nacidos para evitar que mueran como consecuencia de la mala calidad física y química de los progenitores, ¿quién financiará las incubadoras?
Hay que elegir a quién dejas a su suerte, a tus padres o a tus hijos.
Como suele leerse en la red: "este país se va a la mierda".
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