9.12.13

Un poco de geografía humana

Resumen
En el presente trabajo trataré de explicar la disposición geográfica del hombre en el mundo, que factores fueron decisivos en esta disposición y en qué grado.
El hombre es un animal, y como tal está ligado a ciertas necesidades metabólicas que debe cubrir para sobrevivir. Sin embargo también es racional, y es esta capacidad la que le ha permitido establecerse por toda la Tierra, e incluso más allá.


Principales autores y sus obras
Entre los distintos autores en los que he buscado información sobre el trabajo “Geografía Humana”  y he basado las teorías del mismo se encuentran Thomas Malthus, Simone de Beauvoir, Paul Claval, Juan Antonio Sánchez García-Sauco, y Luis Lobo Manzano, siendo estos cinco autores y sus estudios los destacados en cuanto a la información obtenida y los estudios realizados.

Sobre Thomas Malthus y Simone de Beauvoir, dada la repercusión de los mismos en las ciencias sociales, así como por el conocimiento que se tiene de su vida, obra y pensamiento, no expondré nada más que algunas pinceladas de cada uno, delegando en el lector la decisión de informarse más exhaustivamente sobre ellos.
T.Malthus, economista y demógrafo, defendía la teoría de que las sociedades llegaban a un punto en el que el desarrollo de la población no puede sustentarse con los recursos de los que dispone, dado el hecho (afirmado, que no probado) de que la población crece más rápido que los recursos llegado cierto nivel de desarrollo.
Simone de Beauvoir, por otro lado, contradice a Malthus en tanto que éste no ha tenido en consideración un elemento clave en las culturas: la tecnología.
Mediante la tecnología se puede aumentar la productividad de aquellos bienes necesarios para la supervivencia de una sociedad, tanto a nivel agrario como considerando la posibilidad de la descentralización de los recursos o el intercambio de productos.
Con respecto a los otros tres autores, el primero de ellos, Paul Claval, es un geógrafo francés, profesor en la Sorbona desde 1973.
En su labor científica ha tratado de acercar la geografía a otras ciencias complementarias como la sociología o la economía. También hay que añadir el interés que ha mostrado siempre, de manera especial, por la geografía urbana.
Entre sus obras más destacadas destacan: Principios de geografía social, 1973; Geografía económica, 1980; La lógica de las ciudades, 1981; Evolución de la geografía humana, 1981.
El segundo de los autores anteriormente mencionados es Juan Antonio Sánchez García-Sauco,  actualmente ocupa el cargo de Defensor Universitario en la universidad CEU San Pablo, y ha sido profesor en la misma de diferentes asignaturas de humanidades a lo largo de su carrera, definiéndose entre la sociología, la geografía, la economía y la historia, siendo esta última su ocupación actual.
Entre sus obras destaca, fuera del contexto científico: Cuentos en inglés para el aula de infantil.
Dentro ya del propio interés académico, sus obras más destacas son: La transversalidad de la educación vial; La dimensión artística y social de la ciudad; Plan de acción tutorial en la ESO; Materiales prácticos para la evaluación psicopedagógica; La inteligencia y su desarrollo; Programa base de diversificación curricular; y por último, Vamos de rebajas… matemáticas y proporcionalidad.
Además, ha participado en trabajos históricos como La vieja Europa en la nueva América y la nueva América en la vieja Europa (2008), en colaboración con numerosos profesores del CEU, y sociológicos, como Geografía Humana y Económica, en el cuál apoyo parte de mi trabajo.
Por último, hablaré sobre Luis Lobo Manzano,  sociólogo y economista que actualmente investiga en un grupo la aplicación de las Redes Neuronales y la regresión no lineal a la confección de modelos económicos y de evolución de precios.
Destacan entre sus obras: Códice III: geografía e historia, donde trabajó en colaboración para elaborar un libro para los alumnos de 3º de BUP. Geografía económica y humana del mundo actual, estudio del que he extraído parte de la información plasmada en el trabajo. Dos hermanas. Siglo XVIII: Economía y sociedad.


Exposición del tema
El hombre principalmente tiene dos características: es un animal, y es racional.
Entender estas dos características es la base para el entendimiento del por qué de su distribución geográfica. Así pues, desarrollaré las interrelaciones que lo explican, partiendo, en primer lugar del hombre como animal, para después hacerlo como ser racional, siguiendo el propio desarrollo de la historia.

Como todo el mundo sabe, el hombre es un primate evolucionado de aquellos procedentes de la selva de la zona del Sáhara, previa desertización. Los cambios climáticos obligaron a estos prehominidos a migrar en busca de nuevas zonas en las cuales la supervivencia les fuera más fácil, y en dicho proceso cientos de cambios genéticos a lo largo del tiempo hicieron que desarrollase un cerebro racional con el que culminar su evolución.
De ello, se puede deducir que uno de los principales límites de su establecimiento se basaba en las necesidades tróficas: aquellas necesidades metabólicas de un organismo que si no cubre muere rápidamente. Ningún animal se establece por motu propio allá donde no puede sobrevivir.
Ésta es la principal razón de la distribución humana previo desarrollo industrial y urbano,  de la que se pueden deducir la mayoría de factores limitantes y sus repercusiones.
Todos los animales necesitan agua, alimento y un clima adecuado para su supervivencia y la de sus crías. Partiendo de este hecho, se entiende que el hombre ocupase previamente la zona peninsular para después continuar por europa y continuar rumbo oriente.
Así, los primates prehominidos fueron asentándose, primeramente cerca de los ríos, para asegurarse agua y alimento, y poco a poco avanzando en su conquista continental conforme los ecosistemas de cada zona llegaban a su límite de carga y se extinguían.
Un elemento importante en lo respectivo al concepto de hombre solo como animal reside en “la regla del 10%”.
Ésta consiste en la transmisión de energía de un nivel trófico al siguiente (un nivel trófico es un estrato de una cadena trófica, y ésta a su vez es una serie de interrelaciones establecidas por distintos organismos que establecen relaciones de cazador-presa entre las distintas especies de una misma zona geográfica).
Así pues, del nivel trófico de los organismos fotovoltaicos solo puede pasar un 10% de su biomasa al nivel trófico siguiente, los herbívoros, y del mismo modo sucede con los carnívoros, que a fin de cuentas solo consiguen un 1% de esa energía.
Con esta regla, la población en un ecosistema esta siempre regulada, y todo excedente se absorbe, a no ser que sea demasiado, en cuyo caso, o se expulsa, o termina destruyendo todo el ecosistema.

Esta clase de factores limitantes dibujaron el perfil de la geografía humana durante miles de años, durante los cuales evolucionaron esos primates hasta convertirse en homínidos, antecesores de lo que somos ahora.
No fue hasta el neolítico cuando el cerebro humano se desarrolló lo suficiente como para pasar de ser nómadas a ser sedentarios, estableciéndose en ecosistemas determinados que pudiesen soportar su carga sin destruirse, además de ofrecer recursos físicos tales como: suelos fértiles, madera, agua, escasez de depredadores y abundancia de alimento, y climas preferiblemente templados, pero principalmente no extremos.
En estas circunstancias las sociedades humanas crecieron, separándose poco a poco de su dependencia a las necesidades tróficas, pero agotando a la vez los ecosistemas en los que se sustentaban, ya no como depredadores, sino como superdepredadores.
Esto condujo al éxodo en muchos casos, pero en otros esta regulación medioambiental fue superada mediante el transporte, ya no de personas, sino de bienes:
unas tribus intercambiaban con otras aquellos materiales que necesitaban, manteniéndose así en simbiosis unas con otras.
Esta capacidad para sobrevivir mediante el sedentarismo produjo la evolución paulatina del cerebro y sus capacidades, alterando los bienes intercambiados por otros en función del momento de desarrollo (materiales de construcción, metales pesados, metales y piedras preciosas, combustibles fósiles…).
Esta manera de compartir los recursos hizo posible el desarrollo de sociedades cada vez más grandes, aumentando la densidad de las poblaciones y obligando a éstas a conquistar nuevos territorios de los que obtener beneficios que intercambiar o que ayudasen a mantenerse (las expectativas no solo eran por motivos demográficos, sino por la búsqueda de nuevos recursos, nuevas zonas de cultivo o pastoreo, o en algunos casos necesidad imperialista de conquista).
Surge así una nueva forma de distribución, ya no basada tanto en los bienes imprescindibles para una sociedad primigenia sino en las nuevas necesidades sociales a las que se veía impuesta. Así pues, los nuevos territorios contaban con todas las herramientas y los apoyos necesarios para cambiar los ecosistemas a su antojo, moldeando la tierra conforme a las necesidades tróficas y de consumo que requerían estas sociedades.

A raíz de esto se definió nuestra historia, marcada tanto por guerras de hambre y conquista, como de descubrimientos y aprendizaje, que no solo ha permitido al hombre establecerse a lo largo de todo el mundo (en núcleos de población más o menos densamente poblados), sino que es capaz de mantener un gasto energético del cuál un 12% pertenece al necesario e imprescindible para el metabolismo, mientras que el 88% restante se emplea en la obtención de todos los recursos necesarios o demandados por dichas sociedades.
En el tiempo que va desde la revolución industrial hasta nuestros días, la disposición demográfica de los habitantes ha variado en función de numerosísimos factores, haciendo imposible la simplificación sin añadir excepciones.
Algunos de los más importantes son:
-           Las culturas propias de cada país: variando notablemente de una zona a otra;
-           El nivel de desarrollo de un país: los países con un alto nivel de desarrollo tienen      ciudades superpobladas y zonas rurales prácticamente abandonadas, mientras que aquellos menos desarrollados no tienen tanta diferencia demográfica;
-           El turismo resulta determinante en el desarrollo, siendo las zonas más visitadas aquellas en las que más se invierte en desarrollo con el consiguiente aumento en la población.
-           Los centros administrativos de los países, en torno a los cuáles se desarrolla toda una infraestructura que posibilite la supervivencia del conjunto.
Desgraciadamente la complejidad de las sociedades impide una mayor generalización, obligando a particularizar en cada caso.

Exposición de ejemplos, casos o noticias relacionadas con el tema
El hombre es la única especie cuya área de dispersión coincide prácticamente con los límites de la biosfera, e incluso puede llegar a excederlos.
Las máximas concentraciones se dan en áreas industriales de la Europa media y mediterránea, en las zonas industriales al noreste de estados unidos, en las tierras aluviales del sur y sureste de Asia, de China y de Corea, en las Islas de Java y de Japón y, naturalmente las zonas urbanas, añadiendo a las anteriormente citadas la Costa de California, las de Australia, las de las costas de Brasil y el distrito federal de Méjico.
Queda pues evidenciado que el clima ejerce una influencia directa en la distribución, ya sea por sí mismo o a través de sus repercusiones en la vegetación, los suelos cultivables y los recursos hídricos.
Destacan las zonas de clima templado o mediterráneo, bien dotadas de recursos energéticos y/o minerales, del mismo modo que las de clima tropical, con lluvias abundantes por lo menos en una época del año (monzones) y con tierras de una elevada productividad agrícola.
Esto no quiere decir que en el resto de zonas no se haya implantado el hombre, pero si es cierto que lo ha hecho en concentraciones mucho menos densas y en puntos concretos.













Bibliografía:

-          Claval, Paul (1981), Evolución de la Geografía Humana, OIKOS-TAU S.A.

-          Smith, David M. (1977), Geografía Humana, OIKOS-TAU S.A.

-          Lluch, Enric (1982), Geografía de la Sociedad Humana .1, Una perspectiva planetaria, Planeta
-          Sánchez García-Sauco, Juan Antonio (2008), Geografía Humana y Económica, María Saavedra Inaraja
-          Lobo Manzano, Luis (1982), Geografía económica y humana del mundo actual, Editorial Bruño


1 comentario:

  1. Hay mucha información vieja e inexacta. La agricultura no se adoptó por un desarrollo cerebral, es más la evidencia punta a que desde que adoptamos la agricultura y el sedentarismo hemos empezado a perder capacidades cognitivas. Mientras que las ciudades superpobladas no son un signo de desarrollo, muchas de las mas grandes ciudades del planeta estan en paises subdesarrollados.

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