2.10.13

Melting Pot y Asimilacionismo

Hola buenas, hoy traigo un par de conceptos de los más interesante e imprescindibles para tratar de entender los conflictos derivados de la convivencia intercultural de la sociedad: Melting Pot y Asimilacionismo (como dice el título...me luzco redactando eh?)

Estos dos conceptos representan las dos formas en las que los individuos de culturas inmigrantes (no es necesario que los individuos sean inmigrantes) se integran en una sociedad receptora.

Ambos proceden de una idea asimilacionista, pero no se desarrollan de la misma manera.

La mezcla de culturas tiene dos planos de actuación:
-la asimilación cultural: el grupo minoritario adopta la lengua, valores y normas de la cultura dominante;
a esto es a lo que se le denomina propiamente asimilacionismo.
-la asimilación estructural: el grupo minoritario es incorporado en la sociedad, haciéndola mutar en un crisol de culturas, mezcladas de manera heterogénea (mutuo respeto).

El ideal ético/moral que hoy en día nos gastamos los ciudadanos cívicos y honrados (plural mayestático en el que no me incluyo) es, obviamente, la búsqueda del asimilacionismo estructural. Por supuesto, esto no impide tratar de modificar los valores que no encajan directamente con los nuestros, que son más buenos, más bonitos, más mejores... Esto lo desarrollaré en el próximo artículo sobre relativismo cultural y demás militanzas abiertas en antropología.

En la realidad, lo que triunfa es la asimilación cultural: nuestra cultura es la mejor, y si no es así, al menos es mejor que la del inmigrante (por algo habrá tenido que emigrar no?).
Esta lógica tan humana va más allá de un par de frases semiracistas, según Milton Gordon, el primero en tratar este tema, planteó que había dos formas de asimilación cultural:

-la primera, la anglo-conformidad (entiéndase que las observaciones estaban basadas en la mezcla cultural que había en estados unidos en la década de los 60), se basa en el principio anteriormente mencionado: el grande se come al pequeño.

-la segunda, el melting pot, mantenía que el mutuo contacto podría desencadenar la fusión homogénea de ambas culturas, dando lugar a una nueva asociación de valores, principios y demás elementos culturales, futo de la mezcla.

Según el autor, la socialización se encargaría de hacerlo:
1) en primer lugar, por contacto;
2) después por la competencia;
3) más tarde la acomodación;
4) y finalmente, la completa asimilación.

Esta tesis fué criticada por Nathan Glazer y Daniel Patrick, (Beyond the melting pot, 1970), quienes, al ver que el tiempo pasaba y las tensiones sociales no disminuían, juzgaron apropiado dudar sobre la "exactitud" de la teoría por Gordon desarrollada.
Básicamente, mantenían según lo observado, que el melting pot era un camino sobre hielo y cuesta arriba, pues para considerar una cultura minoritaria como digna de ser integrada en la dominante, los miembros deberían tener un estatus social relevante, pero esto solo se conseguía renunciando a la propia identidad cultural y poniendo en su lugar aquella en la cuál querían integrarse (la pescadilla que se muerde la cola). Es decir: anglo-conformidad.
Bueno no, exactamente eso no. En verdad el resultado es una sustitución de cultura con reminiscencias de la identidad cultural. A esto lo llamaron pluralismo étnico.


Ya lejos del continente más occidental del mundo (extraño, porque la tierra es redonda...), y extrapolando las ideas que estas mentes pensantes nos fueron dejando, podemos observar que las sociedades, educadoras y otorgadoras de la identidad cultural, son en sí mismas, asociaciones discordantes de personas que no están dispuestas a asumir que nadie tiene la verdad en sus manos: no hay culturas mejores o peores (y sí, sé lo que hay por el mundo, un poco por encima al menos), solo diferentes. Tratar de imponer la cultura propia es una absurdez: unas veces será para bien, pero otras se perderán conocimientos y costumbres inimaginables, como de hecho, ha pasado sucesivamente en la historia.

Los romanos en cambio, lo hicieron bien (al principio y dadas las circunstancias, ejem...).

En fin queridos amigos, mantened las mentes abiertas, la curiosidad viva, y sobre todo, respetad al extraño, porque igual tiene algo interesante que contaros.

Ala, vuelvo a los micromachismos y a las teorías de la sociología del género en un país fundamentalmente machista por ineptitud (España, que si no lo puntualizo tres cuartas partes del mundo se darían por ofendidas).


Como curiosidad, el término surgió de una obra de teatro, The Melting Pot, de Israel Zangwill.

Bibliografía:

- Temas de sociología II, Huelga y Fierro Editores, 2001 (Coordinador Manuel José Rodriguez Caamaño)

2 comentarios:

  1. Buen artículo, salvo porque el Imperio Romano no es buen ejemplo de asimilacionismo. Únicamente extrajo el apartado militar y religioso de los pueblos invadidos, destruyendo por completo el resto. Así, lo poco que sabemos de la Antigua Grecia viene gracias a los árabes. Tal es la incoherencia provocada por el Imperio que todavía seguimos creyendo que los carros de ruedas romanos los importaron de Egipto, en vez de Britania, que es de donde los sacaron en realidad. Aunque visto así, esto mismo es heterogeneidad cultural pura.

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  2. No soy mejor q un africano o un americano (igual q no soy mejor q mi hermano o mi hermana) pero supongo q vienen buscando algo distinto.
    Si voy invitada a casa de otra persona respeto sus costumbres y su forma de vida.
    No impongo la hora a la q hay q levantarse ni lo q tienen q comer.
    Y si no tengo intención de respetarlo mejor no voy.
    Supongo q a ti no te gustaría q te impusieran normas en tu propia casa.
    Respeto no al extraño si no a cualquier persona. y espero q cualquier persona me respete a mi.

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