16.4.13

Apocalípticos contra Integrados I

Desgraciadamente, el libro no se encuentra en la recientemente añadida página de libros descargables, aunque tampoco recuerdo que fuese muy difícil de encontrar.

Hoy cambio un poco el sistema habitual del blog, y en lugar de poner respuestas pondré preguntas.

En concreto, la que Umberto Eco plantea en ese libro.


Primero, por supuesto, resumiré brevemente en que consiste el libro.
Después, ya plantearé la cuestión.





Así pues, el libro de Apocalípticos e Integrados plantea el conflicto entre dos posturas enfrentadas:

- Apocalípticos: aquellas personas que mantienen que la cultura debe elitizarse, exclusivizándose;
- Integrados: aquellas que por el contrario mantienen que la cultura debe estar al alcance de todos;

A priori, el espíritu socialista que tan fuertemente nos posee nos hace desear, sin pensar en las consecuencias, que no existe duda alguna.

Es posible que para algunos, efectivamente, no haya lugar a dudas en lo que al acceso de la cultura refiere. Sugiero, no obstante para estos casos, un cambio de perspectiva: no tratar de entender el problema planteado solo desde el punto de vista de "poder" acceder como si se tratase de una cuestión de medios físicos o económicos, sino enriqueciendo la cuestión con matices.


Con la ayuda y colaboración de unos compañeros de clase (y debo decir que sin haber pedido permiso; lo solucionaré), ofreceré al lector una vista rápida y simplificada de cuántos elementos consideramos, hace un año ya, importantes para tratar la dicotomía (;D) "apocalípticos e integrados".


INTEGRADOS

- Difusión generalizada de la cultura;
- Ofrece información sin imponer criterios de discriminación;
- Instrumento de formación de la sociedad democrática occidental;
- Homogeneización cultural: desaparición de una élite cultural;

APOCALÍPTICOS

- Se oponen a los principios integradores, no por maldad, egoísmo y pretensiones de poder, sino porque termina con la diversidad cultura;
- Resulta determinante sobre lo que se tiene que pensar (en tanto que pretende hacer homogéneo el gusto de una mayoría de la población que, por cantidad de personas, es heterogénea);
- Conflicto entre lo emocional y lo racional (lo emocional gusta más intensamente pero dura menos);
- Mercantiliza toda forma de cultura y conocimiento;
- Impone símbolos y mitos (no olvidar que los símbolos son los que dan forma a la sociedad);



Esto es, muy a grandes rasgos, el dilema que plantea el libro. No hay punto de comparación entre este breve resumen y la obra de Eco, pero sirve como adelanto.

Mañana, si no me veo afectado por una causa mayor que me impida acceder al blog, añadiré una serie de complementos informativos al respecto para nutrir la opinión de los más perezosos de vosotros que ni siquiera os toméis la molestia de pensar más allá del sentimiento inmediato de comunismo que todos (o casi todos) llevamos dentro.

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